Un grupo de extrabajadores paraguayos de la represa de Itaipú aguardan crucificados la llegada del papa Francisco a su país este viernes, confiando en que el pontífice pueda hacerles una visita.
Se trata de siete personas, representantes de una coordinadora de exempleados de la enorme represa, que desde hace años reclaman al gobierno por unas compensaciones laborales que, según argumentan, se les adeudan.
Los manifestantes se clavaron en maderos extendidos en una precaria carpa con una imagen del Papa en tamaño real y varias estampas de santos y vírgenes, frente a la embajada de Brasil en Asunción.
Los manifestantes exigen que el gobierno de Paraguay otorgue los mismos beneficios laborales que recibieron empleados brasileños de la represa, según lo acordado en un Convenio hace casi 40 años.
Apoyo del Papa
“Esperamos que el Papa escuche nuestro reclamo, (pedimos) si él puede hacer presencia en nuestra lucha”, le dijo a la agencia española EFE Rosa Cáceres, familiar de un antiguo empleado, crucificada desde hace 10 días.
“Nuestro Señor Jesucristo hizo esto por una verdadera justicia y por la salvación de todos los cristianos”, aseguró.
“Han fallecido muchos compañeros y los pocos que quedamos estamos todavía luchando por nuestros beneficios, esa es la tristeza que tenemos todos los paraguayos”, dijo Carlos González, portavoz de la Coordinadora de Extrabajadores de Itaipú.
“Este tipo de protestas se ha convertido en algo relativamente habitual en Paraguay”, explicó el corresponsal de BBC Mundo en el Cono Sur, Ignacio de los Reyes.
En 2014, choferes de autobús se crucificaron para exigir que el gobierno les diera unas nuevas rutas donde trabajar.
Y como recordó el periodista, extrabajadores de la represa ya habían protagonizado el año pasado una reivindicación idéntica, permaneciendo durante meses clavados a una cruz en este mismo lugar.
Finalmente desistieron de la protesta tras llegar a un preacuerdo con el gobierno de Horacio Cartes en enero de este año.
El papa Francisco visitará durante dos días el país, donde está previsto que se reúna con el presidente este viernes.
El sábado visitará el santuario de Caacupé y un hospital de niños enfermos. Para su último día en Paraguay celebrará una masiva misa y se encontrará con jóvenes y representantes de la sociedad civil.