Por AFP

Luego de verse obligado a levantar una primera versión del proyecto de ley que busca reemplazar el Obamacare, en marzo pasado, debido a que no contó con el apoyo suficiente del Partido Republicano, Donald Trump celebra hoy que la Cámara de Representantes pasara su propuesta para reformar el sistema de salud de Estados Unidos, con 217 votos.

Ahora será el Senado el lugar donde se definirá el futuro de esta acta, discusión que el presidente norteamericano cree sorteará sin mayores inconvenientes, dada la mayoría oficialista.

¿Cuáles son las principales novedades que presenta este nuevo sistema, que ayuda a 20 millones de estadounidenses a tener cobertura?

A continuación, el desgloce de estos cambios.

No más cobertura obligatoria

En Estados Unidos, el seguro de salud es básicamente privado. Alrededor de la mitad de los ciudadanos tienen cobertura a través de sus empleadores, a menudo a un costo razonable, según la Kaiser Family Foundation. 

Cerca de un tercio de los estadounidenses está cubierto por los planes gubernamentales, ya sea a través de Medicare para aquellos mayores de 65 años o Medicaid, el programa de seguros para los pobres. 

El resto tiene que arreglárselas por su cuenta: compran seguros o no tienen cobertura, pagando en efectivo por sus gastos médicos. Los costos para estos grupos pueden ser muy altos. 

Bajo las reformas de Barack Obama, las personas deben obtener un seguro de salud o pagar una multa. 

Se esperaba que el hecho de obligar a personas jóvenes y saludables a comprar el seguro de salud serviría para compensar los costos médicos para los estadounidenses más pobres, mayores y enfermos. 

El proyecto de ley impulsado por los republicanos que obtuvo media sanción este jueves pretende generar un sistema de créditos fiscales destinado a ayudar a las personas a comprar seguros de salud.

Pero los demócratas advierten que esos créditos son, en promedio, menores que los subsidios incorporados en las primas del Obamacare, especialmente para los estadounidenses mayores que aún no son elegibles para el Medicare.

Mantiene medidas populares

A pesar de los pedidos republicanos durante la campaña electoral del año pasado para acabar completamente con el Obamacare, el proyecto sustituto pretende mantener dos disposiciones muy populares. 

Una es la que permite a los dependientes permanecer en el plan de seguro de sus padres hasta los 26 años; la otra impide que las compañías de seguros nieguen la cobertura a cualquier persona debido a una condición preexistente, aunque algunos analistas han expresado preocupación de que las reformas propuestas para proteger a esos pacientes serían inadecuadas.

Reformas republicanas

Las personas sin seguro no serían multadas bajo el nuevo plan, que ya no obligaría a la cobertura individual. 

El liderazgo del Partido Republicano convenció a varios escépticos con una enmienda que añade un suplemento de 8.000 millones de dólares en cinco años destinados a cubrir los costos de seguros para personas con enfermedades preexistentes. 

Los estados podrían solicitar la exención de algunas disposiciones que eran claves en el Obamacare, incluida una que exigía una cobertura mínima de servicios considerados esenciales, como la atención de maternidad y los servicios de emergencia. 

También serían capaces de optar por no seguir una regla que prohíbe a las aseguradoras cobrar más a los que tienen problemas médicos. 

En esos estados las aseguradoras podrían, por lo tanto, ofrecer planes de cuidado más baratos, potencialmente más mezquinos. 

Tendrían que crear programas alternativos para mitigar los riesgos de las aseguradoras con pacientes de "alto costo", que podrían agruparse en "consorcios de alto riesgo" subsidiados públicamente. 

Obamacare permitió la expansión de Medicaid, un programa de atención médica administrado por los estados para individuos y familias de bajos recursos. 

Si la Cámara aprueba el proyecto de ley, el Senado adoptará la medida la próxima semana, con otras enmiendas seguramente por venir.

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