El cofundador de Microsoft Bill Gates pronosticó que en el mundo pospandemia se darán la mitad de los viajes de negocios y un tercio de las horas de oficina desaparecerán, aunque reconoció que nunca habría pensado que llevar mascarilla se convertiría en objeto de tanta controversia.
50 % de los viajes de negocio y más del 30 % de los días en la oficina desaparecerán
"Mi predicción es que más del 50 % de los viajes de negocio y más del 30 % de los días en la oficina desaparecerán", indicó el magnate en una conferencia organizada por el diario The New York Times. En su opinión, la justificación para realizar un viaje de negocio tras la pandemia será más complicada, tras mejorar durante el confinamiento la viabilidad de trabajar desde casa, aunque reconoció que habrá empresas más dispuestas para el teletrabajo que otras.
"Seguiremos yendo a la oficina de algún modo, seguiremos algunos viajes de negocio, pero drásticamente menos", añadió Gates, que a través de su fundación y la de su esposa Melinda, promueve el desarrollo y distribución de la vacuna a economías en desarrollo.
Los viajes de negocios representaban antes de la pandemia alrededor de la mitad de los ingresos de las aerolíneas estadounidenses y eran con diferencias los desplazamientos más rentables.
Un nuevo paradigma laboral podría añadir más problemas para un sector que intenta superar la fuerte caída de los ingresos con la reducción de tráfico aéreo debido a la pandemia, que podría comenzar a resolverse con la distribución masiva de la vacuna a partir de la segunda mitad de 2021.
La pandemia también impactará la densidad poblacional de las grandes ciudades
Respecto a este tema, el norteamericano aseguró además que la pandemia también impactará la densidad poblacional de las grandes ciudades, ya que permitirá que las personas se alejen de los centros urbanos por la posibilidad de trabajar desde otros lugares, impactando a su vez el costo de vida.
Mejoría considerable del "software" actual
Durante la conferencia, Gates aseguró que muchas de las herramientas que hemos utilizado durante el teletrabajo mejorarán rápidamente.
"El software era un poco torpe cuando todo esto comenzó, pero ahora la gente lo está usando tanto que se sorprenderá de lo rápido que se innovará en estos softwares", aseveró.
Aumento de las "ganas de socializar"
Por otro lado, el magnate indicó que las personas, como resultado de la pandemia, debido a que tendrán menos contacto social en sus espacios de trabajo gracias al teletrabajo, buscará más espacios sociales.
"Creo que es posible que disminuya la cantidad de contacto social que se tiene en el trabajo, por lo que el deseo de tener mayor contacto social en su comunidad o con sus amigos por la noche, ya sabe, podría aumentar porque si estamos haciendo mucho trabajo remoto, entonces nuestras ganas de socializar, nuestra energía para socializar después de dejar de trabajar será un poco mayor. Podría cambiar un poco el equilibrio allí", comentó Gates.
El empresario además indicó que pese a que se han logrado avances en la búsqueda de una vacuna contra el COVID-19, la normalidad tomará un buen tiempo en volver.
"Creo que mucha gente seguirá bastante conservadora en su comportamiento, especialmente si se asocian con personas mayores cuyo riesgo de enfermarse gravemente es bastante alto", añadió.
Limitaciones a la hora de predecir comportamientos
Gates también reconoció en la conferencia celebrada hoy sus limitaciones a la hora de predecir comportamientos y confesó: "No habría pensado que llevar mascarilla se iba a convertir en algo tan controvertido" y tampoco que la Administración de Donald Trump apoyara una opinión tan "salvaje y extrema" a la hora de enfrentarse a la pandemia.
El magnate también dijo que el sentimiento antimascarilla es más fuerte en Estados Unidos que en otros países y reconoció que no está claro si esto se debe a la posición adoptada por el Gobierno de Trump o por el sentimiento individualista de los estadounidenses.
La pandemia está fuera de control en la mayor parte de Estados Unidos y ha dejado ya más de 11 millones de infectados y casi un cuarto de millón de muertes, con muchos hospitales al borde del colapso.