Los líderes de Francia, Alemania, Italia y España celebran este lunes (6.3.2017) una cumbre en Versalles con la que quieren dar una imagen de unidad de cara a los desafíos que afronta la Unión Europea (UE) por las políticas del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump; por el "brexit" y por el auge de los populismos en el bloque comunitario y su vecindad.

Los organizadores se han esforzado en no suscitar grandes expectativas sobre este encuentro informal que se pretende preparatorio de la gran cita del 25 de marzo para celebrar el 60º aniversario del Tratado de Roma, que en ese caso sí debería servir para el relanzamiento de un proyecto europeo en grave crisis.

Sobre todo, han insistido en que François Hollande, Angela Merkel, Paolo Gentiloni y Mariano Rajoy no pretenden en ningún caso aparecer como "un directorio" de la UE y no van a prescribir al resto lo que hay que hacer porque eso podría resultar contraproducente de cara a la búsqueda de consensos, teniendo en cuenta que hay una cumbre europea el 9 y el 10 de marzo.

Hollande ya lo quiso dejar claro el pasado 20 de febrero en la ciudad española de Málaga, cuando en la cumbre bilateral franco-española oficializó la invitación para que Rajoy estuviera en la cita de Versalles. No obstante, añadió que en tanto los cuatro que se reúnen en el Palacio de Versalles son los países más poblados de la UE, les "corresponde decir lo que (quieren) hacer con otros, todos juntos". 

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