AFP

El líder socialista español, Pedro Sánchez, presentó este sábado su dimisión tras perder una importante votación al término de una caótica reunión de la dirigencia del partido, indicó a la AFP uno de sus consejeros.

Su partida podría abrir la puerta a un desbloqueo de la situación política en España, donde los conservadores del Partido Popular (PP) no han podido desde hace más de nueve meses investir a Mariano Rajoy como presidente del gobierno, en parte por la firme oposición del hasta ahora líder socialista.

Minutos antes de presentar su dimisión, en la reunión del comité federal, Sánchez había perdido por 133 votos en contra y 107 a favor la votación sobre la celebración de un congreso, indicaron a la AFP dos fuentes del partido.

Sánchez había solicitado dicho congreso junto con unas elecciones primarias para revalidar su liderazgo, después de que el sector crítico del PSOE tratara de derribarlo esta semana.

El comité federal, una especie de "parlamento" del partido al que acudieron más de 250 integrantes en Madrid, necesitó diez horas de desencuentros, tres recesos y hasta llantos para ponerse de acuerdo sobre esta votación, efectuada a mano alzada.

Sánchez estaba muy debilitado desde que el miércoles dimitió en bloque casi la mitad de la cúpula dirigente del partido. Su plan era recuperar el impulso presentándose a unas primarias solicitadas para el 23 de octubre, luego validadas por un congreso posterior, a mitad de noviembre.

Sus detractores en cambio no reconocían su autoridad desde las dimisiones del miércoles, y pedían confiar la dirección interina del partido a una gestora.

El PSOE llegó al encuentro fracturado en dos bandos formados en torno al siguiente dilema: dejar que el PP de Mariano Rajoy gobierne España en minoría con 137 de los 350 diputados del Parlamento, o bien seguir oponiéndose a éste y explorar un gobierno alternativo, tal y como proponía Sánchez.

Pedro Sánchez insistió en todo momento en que no se debía facilitar el gobierno al PP, sino explorar un ejecutivo alternativo con los izquierdistas de Podemos.

Como juntos no llegaban a la mayoría absoluta, esta coalición habría necesitado alguna forma de apoyo de los independentistas catalanes.

Podemos pidió con insistencia a Sánchez que promoviera un gobierno alternativo de izquierdas, y este sábado, su líder Pablo Iglesias condenó el resultado.

"Se imponen en el PSOE los partidarios de dar el gobierno al PP. Frente al gobierno de la corrupción, nosotros seguiremos con y por la gente", escribió en su cuenta de Twitter.

Los enemigos de Sánchez le replicaron al ahora ex secretario general que con 85 diputados en el Parlamento no se puede gobernar, y le reprochaban haber cosechado los peores resultados históricos para el PSOE en las elecciones generales de diciembre y junio, y en las regionales de Galicia y País Vasco el domingo pasado.

Según ellos, es más conveniente resignarse a la oposición, recuperarse de estos batacazos y luego intentar llegar al poder.

La crispación reinó este sábado tanto en la sede del PSOE como a la puerta de ésta, en la madrileña calle de Ferraz. Más de un centenar de simpatizantes de Sánchez estuvieron congregados y hostigaron desde por la mañana a sus detractores a gritos de "traidores", "fascistas" y "golpistas".

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