María Corina Machado es una de las mejores cartas de la oposición para ir a las elecciones del 22 de abril, según la empresa Pronósticos Marketing Consultants de comienzos de febrero. Aunque lidera esta encuesta, ella hace rato que decidió restarse de los comicios por considerarlos un “fraude brutal, obsceno y descarado” y que se originan en lo que llama “un pecado original”: la Asamblea Nacional Constituyente.
Por lo mismo, Machado ha levantado la voz para un rechazo unánime de la oposición. El miércoles, la Mesa de Unidad Nacional (MUD) se puso de acuerdo en plasmar un rechazo oficial a participar, al menos que las circunstancias cambien.
-¿Qué le parece la decisión oficial de la oposición venezolana de marginarse de las presidenciales?
Hace mucho rato que el país y la sociedad habían rechazado este proceso, así como la comunidad internacional. Muchas organizaciones y algunos partidos políticos también lo habían dicho con anticipación, porque ya no era solo un tema del fraude brutal, obsceno y descarado. Ahí hay un pecado original: este proceso fue surgido y ordenado por una Asamblea Nacional Constituyente ilegítima, la que desconocemos. Entonces no son elecciones como tantas veces hemos insistido y, por lo tanto, no vamos a legitimar esta instancia.
Llevar un candidato, el que sea, va a perder igual. Puede tener el 99% de apoyo (ciudadano) y va a perder, porque este proceso es un fraude total
-Se cuestiona si restarse en las urnas sea la fórmula más exitosa a seguri, porque aunque no se legitime la elección, en términos prácticos se entrega más poder al chavismo y a Maduro, como ocurrió en las municipales de 2017.
Cuando tienes una instancia que se ha arrogado poderes supraconstitucionales todo el poder está allí, en una Constituyente que ha llegado incluso a reescribir leyes, a pasar por encima a todos los poderes públicos, a decir que el Tribunal Supremo de Justicia está subordinado a ella. A ese nivel de humillación ha llegado que acaba de un solo plumazo con quienes son electores y candidatos, y decide quienes van presos y quiénes no. El poder real no está en una franja electoral. El poder de facto se lo ha arrogado una Constituyente.
Entonces, la comunidad internacional finalmente ha entendido que el problema de Venezuela no es solo que tenemos una dictadura en el sentido de que se violan los derechos o no hay independencia de poderes. Lo que se ha producido en Venezuela es la disolución de la República con la instalación de este órgano supraconstitucional y, en segundo lugar, la instauración de una narcotiranía.
En Venezuela hay un estado criminal, cuyos vínculos con los carteles de la droga, la guerrilla y el terrorismo islámico han estado ya claramente documentados y demostrados. Este ya no es solo un problema para la vida de los venezolanos sino para la seguridad y estabilidad de todo el hemisferio.
Este es un narcofraude y los venezolanos no lo vamos a validar. Y hoy más que nunca necesitamos de una comunidad internacional firme y unida
-Dadas las condiciones, entonces descarta cualquier fórmula electoral posible, incluso enfrentando a un Presidente que tiene un 80% de la población en contra…
Creo que ese planteamiento es desconocer el mandato de 16 de julio cuando dijimos que no reconocemos una Constituyente. Este proceso no es una elección. Quien convoca es una instancia que Chile y otros 50 países en el mundo desconocen. El presidente de Colombia y Argentina han dicho que no van a reconocer los resultados de ese proceso, que no es una elección. Llevar un candidato, el que sea, va a perder igual. Puede tener el 99% de apoyo (ciudadano) y va a perder, porque este proceso es un fraude total. Entonces es un momento en el que hay que quitar todas las máscaras y llamar las cosas por su nombre.
-Henri Falcón parece dispuesto a postular su candidatura a las elecciones, más allá de la marginación de la MUD.
No lo sé. Pero honestamente el que decide participar, convalidar la Constituyente, para los venezolanos será considerado como parte del sistema que vamos a derrotar.
-Entonces está de acuerdo con Lilian Tintori que ha dicho que quien participe en las elecciones de la oposición será considerado un candidato “madurista”.
Yo lo he dicho claramente, desde el primer momento, que este proceso no es una elección. Este es un narcofraude y los venezolanos no lo vamos a validar. Y hoy más que nunca necesitamos de una comunidad internacional firme y unida, dejándole claro al régimen que la tolerancia con esta farsa que buscaban ganar legitimidad, dinero y tiempo se acabó. Hoy la permanencia de Nicolás Madero en el poder no se mide en días, se cuenta en muertos y muertos.
Entre la comunidad internacional y la reflexión
-¿Y le tiene fe a la comunidad internacional? Porque si bien se muestra mucho más determinante, en la práctica no ha habido cambios concretos en Venezuela.
Yo creo que el régimen cruzó una línea roja. Durante muchos años, es cierto, los venezolanos vimos demasiada indiferencia o, en el mejor de los casos, beneficio de la duda a que el régimen rectificaría. Recuerdo que cuando hace unos cinco años asistimos a una crisis humanitaria, dijeron que era exagerado, y era inevitable que esto ocurriera.
Porque ellos (…) buscan arruinar la nación, quieren ver centenares de miles de venezolanos huyendo por la frontera, porque así pueden ir doblegando y sometiendo a la sociedad a un proyecto de dominación. Este régimen ha permitido que más de la mitad del territorio venezolano o esté bajo el control de la guerrilla de las Farc y del ELN. Pero la Comunidad internacional entendió esto y pasó de la preocupación a la acción. Era impensable hace un año, ver un comunicado cómo el del Grupo de Lima del 23 de enero y al Parlamento Europeo apoyando sanciones y exigiendo más presión sobre régimen venezolano.
-¿Y considera que las sanciones están ayudado?
Indiscutiblemente que sí. Las sanciones a civiles y militares involucrados en actos de corrupción, narcotráfico y en situaciones de DD.HH. han generado profundas fracturas dentro de los grupos que conforman el régimen, deserción, enfrentamiento, acusaciones, y eso, obviamente está desmoronando en su interior a esta narcodictadura.
Maduro está absolutamente acorralado y, por eso, estos son los días más peligrosos, porque la dictadura sabe que hay una nación dispuesta a luchar para detener este horror y conquistar su libertad
-El entonces presidente Hugo Chávez ganó a Capriles en 2012 por 11 puntos. Al año siguiente Maduro logró la victoria por solo un punto. En 2015 la oposición ganó las legislativas... ¿Qué ha pasado con la oposición?
Es una dictadura. Tú puedes tener el 90% del país en contra y ellos tienen las armas. Los pilares que soportaban al régimen en un momento fueron, apoyo popular, ya no les queda nada. Era mucho dinero. El barril de petróleo estaba a 100 cuando Chávez llegó al poder. Arrodillaron al país y quebraron a PVSA. Ya no tienen plata. Tenían una Comunidad Internacional y sectores importantes que los apoyaban, y ahora están totalmente aislados.
Lo único que le queda a este sistema son dos pilares: las mafias y un sector de las Fuerzas Armadas. Maduro está absolutamente acorralado y, por eso, estos son los días más peligrosos, porque la dictadura sabe que hay una nación dispuesta a luchar para detener este horror y conquistar su libertad, y una comunidad internacional que ya no come cuentos.
-¿Cuál es el mea culpa que hace la oposición? ¿Alguna reflexión?
Ninguna. No la ha habido. Y por eso, hoy ha surgido una nueva alianza, una coalición ciudadana donde hay representantes de la academia, de los trabajadores, de los sindicatos, de las ONG, de los estudiantes, de la diáspora venezolana que es la coalición 'Soy Venezuela' que se abre a todos aquellos que tiene un propósito superior: que es lograr la salida de la dictadura para iniciar de inmediato la reconstrucción del país.
-También está el problema de la división interna. El año pasado cinco gobernadores de la oposición juraron ante la Asamblea Nacional Constituyente, que ustedes rechazan por ilegítima. ¿No cree que eso lastra el proceso que la coalición opositora busca?
Lo que definitivamente lastra es una oposición dócil, contradictoria, débil y de espaldas al país, a una Venezuela que se muere de hambre y que no concibe cómo quienes están en condiciones de exigencia política o liderazgo puedan bajarle la cabeza a la tiranía o convalidar lo que fue el mandato del Ministerio Público que fue el rechazo total a una fraudulenta Constituyente. Con la dictadura no se condicen, se enfrentan y se derrotan. Y esto es exactamente lo que vamos a hacer.