Al menos 27 personas murieron y 42 resultaron heridas este martes al estallar dos coches bomba en Bengasi, segunda ciudad en importancia de Libia, informaron fuentes médicas.

Por su parte, fuentes de seguridad explicaron que el primer vehículo explotó cuando un grupo de fieles salía de una de las mezquitas del barrio de Almaniya, en el centro de la urbe, y el segundo treinta minutos después, cuando ya habían llegado los servicios de socorro.

"Entre las víctimas mortales haya varios agentes de seguridad y miembros de los servicios sanitarios. Algunos heridos están muy graves" por lo que no se descarta que la cifra de muertos pueda aumentar en las próximas horas, agregó la fuente.

La mezquita suele ser lugar de reunión de uno de los grupos salafistas aliados al mariscal Jalifa Hafter, un exmiembro de la cúpula que aupó al poder a Muamar el Gadafi y que 40 años después, y tras ser reclutado por la CIA y convertirse en su mayor opositor en el exilio, ha devenido en el hombre fuerte del país.

La forma de operar apunta a los grupos yihadistas, a los que Hafter ha combatido tanto en Bengasi como en otras ciudades del este de Libia, con ayuda del citado grupo salafista.

Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la comunidad internacional contribuyera militarmente a la victoria de los rebeldes sobre la dictadura de Gadafi.

En la actualidad, dos autoridades luchan por el poder: una en Trípoli sostenida por la ONU y otra en la ciudad oriental de Tobruk bajo control de Hafter.

Del conflicto se aprovechan grupos de contrabandistas dedicados al tráfico de armas, combustible y personas, y grupos yihadistas, que se han extendido por todo el territorio.

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