La liberación por el coronavirus de más de 300 mafiosos ancianos y enfermos, detenidos en varias cárceles de Italia, ha desatado fuertes polémicas, lo que obligó al ministerio de Justicia a revocar su decisión.
Unos 376 mafiosos y traficantes de drogas fueron liberados en marzo y se encuentran en arresto domiciliario por motivos de salud y riesgo de coronavirus.
Entre ellos figuran oscuras personalidades de la temida organización criminal siciliana, como el poderoso jefe de Cosa Nostra, Francesco Bonura, de 78 años, y Franco Cataldo, de 85 años, condenado a cadena perpetua por el secuestro y homicidio del niño Giuseppe Di Matteo, hijo de un arrepentido de la mafia, al que en 1996 estranguló y luego disolvió el cuerpo dentro de un bidón de ácido.
Los jueces estaban por examinar las solicitudes de liberación de otros 456 mafiosos, reveló este jueves el diario Repubblica.
MARCHA ATRÁS DEL GOBIERNO
El caso desató fuertes tensiones entre los partidos y el gobierno por lo que el ministro de Justicia, Alfonso Bonafede, tuvo que dar marcha atrás.
El gobierno deberá aprobar en poco tiempo un decreto ley para que los 376 mafiosos sean trasladados de nuevo a las cárceles.
Las autoridades judiciales consideraron al inicio de la emergencia sanitaria que los reclusos mayores de 70 años podrían salir de la cárcel si sufrían problemas de salud debido a que corrían el riesgo de contagiarse con el COVID-19. Sin embargo, no precisaron que había que excluir a los condenados por graves delitos de mafia.
La decisión fue tomada a principios de marzo tras una serie de disturbios generalizados en las cárceles por temor a la propagación del virus, que ha causado 30.000 muertos en Italia.
El fiscal antimafia, Federico Cafiero De Raho, reconoció este jueves que "es muy extraño que se liberen a detenidos que están obligados a respetar la condena en total aislamiento", como ocurre a los mafiosos.
"En vez de tomar otras medidas, se optó la liberación por temor a un brote en las cárceles", comentó. Conocido como el régimen 41-bis, la ley obliga a los jefes mafiosos a cumplir la condena en una celda aislada para evitar que dirijan la organización desde las rejas.
"Si están aislados, es obvio que no pueden infectarse ni ser contagiosos", dijo Cafiero De Raho. Por su parte, el ministro de Justicia precisó que solicitará a los jueces antimafia que revisen y revoquen todos los casos de liberación.