Hamás rechazó el viernes las "nuevas condiciones" de la propuesta de tregua en la Franja de Gaza presentada por Estados Unidos después de dos días de negociaciones en Catar en las que no participó el movimiento islamista palestino.

El presidente estadounidense, Joe Biden, que tras presentar la propuesta aseguró que se estaba "más cerca que nunca" del acuerdo, advirtió que ningún actor en la región "debería tomar acciones para socavar este proceso".

Después de más de diez meses de guerra entre Israel y Hamás en Gaza, los países mediadores en el conflicto (Catar, Egipto y Estados Unidos) organizaron nuevas negociaciones en Doha para cerrar un acuerdo que, a la vez, aleje la posibilidad de una escalada del conflicto con Irán y sus aliados regionales.

Pero Hamás, que gobierna Gaza desde 2007, rechazó lo que consideró como "nuevas condiciones" de Israel incluidas en la propuesta, indicaron dos dirigentes del grupo que pidieron el anonimato.

"No aceptaremos nada que no sea un alto el fuego completo, una retirada total de las tropas israelíes de la Franja, el retorno de los desplazados y un acuerdo de canje" de rehenes israelíes por presos palestinos, declaró una de las fuentes.

El movimiento palestino reclama la aplicación del plan original de tres fases anunciado por Biden a fines de mayo. La primera fase prevé seis semanas de tregua y la retirada de las tropas israelíes de las zonas densamente pobladas de Gaza, así como un canje de rehenes israelíes por presos palestinos.

La "propuesta de compromiso", que según la Casa Blanca fue presentada por Estados Unidos y refrendada por Catar y Egipto, plantea sin embargo mantener tropas israelíes en la Franja de Gaza a lo largo de la frontera con Egipto, señaló uno de los dos dirigentes de Hamás.

Una fuente al tanto de las conversaciones dijo a AFP que Hamás se opone también a conferir a Israel el derecho de vetar la liberación de ciertos presos palestinos y de impedir que estos vuelvan a Gaza.

 

Presión internacional

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, instó a los mediadores a ejercer "presión" sobre Hamás para que acepte "los principios" del plan presentado por Biden.

Las conversaciones, que también buscan evitar una escalada militar en Medio Oriente, se reanudarán la próxima semana en El Cairo, indicó la Casa Blanca.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Anthony Blinken, viajará el fin de semana a Israel para apoyar los esfuerzos con vistas a una tregua en Gaza.

La comunidad internacional intensificó en las últimas semanas su presión, ya que considera que una tregua en Gaza podría rebajar la tensión en el resto de la región.

Irán y sus aliados juraron vengar la muerte del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en un ataque el 31 de julio en Teherán imputado a Israel. El día anterior murió también el jefe militar del poderoso movimiento libanés Hezbolá en un bombardeo israelí cerca de Beirut.

Teherán sufrirá consecuencias "catastróficas" en caso de lanzar un ataque contra Israel, afirmó un alto funcionario estadounidense que pidió el anonimato, advirtiendo contra cualquier acción militar que pueda "hacer descarrilar" las negociaciones.

 

 "Nos matan"

Netanyahu insiste en que continuará la guerra en Gaza hasta destruir a Hamás, considerada por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea como una organización terrorista.

El conflicto estalló el 7 de octubre, cuando milicianos islamistas mataron a 1.198 personas y secuestraron a 251 en el sur de Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP con base en datos oficiales.

De las 251 personas secuestradas, 111 siguen en Gaza, aunque 39 han sido declaradas muertas por el ejército israelí.

La ofensiva de represalia lanzada por Israel en Gaza ha dejado al menos 40.005 muertos, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, que no detalla cuántos son civiles y combatientes.

Israel indicó el jueves que su ofensiva le permitió "eliminar a más de 17.000 terroristas".

"¿Por qué Netanyahu envió una delegación a las negociaciones mientras aquí nos matan?", preguntó Mohammed al Balwi entre escombros en Jabalia, en el norte de Gaza.

 

Además de dejar un territorio en ruinas, el conflicto desencadenó una crisis humanitaria en el territorio, donde la casi totalidad de sus 2,4 millones de habitantes han sido desplazados.

El Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina dio parte el viernes del primer caso de polio registrado en 25 años en Gaza, poco después de que la ONU pidiera "pausas humanitarias" en los combates para vacunar a los niños.

Testigos informaron el viernes de bombardeos israelíes en el centro del territorio y cerca de Jan Yunis, en el extremo sur del enclave.

La guerra en Gaza intensificó también la violencia en Cisjordania ocupada, donde decenas de colonos judíos israelíes irrumpieron el jueves por la noche en el pueblo palestino de Jid.

Durante el ataque, incendiaron edificios y vehículos y lanzaron piedras y cócteles molotov, según el ejército israelí.

Según la Autoridad Palestina, que administra parcialmente ese territorio, un hombre de 23 años murió por disparos y otro resultó herido.

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