La nominación de Hillary Clinton como candidata del Partido Demócrata en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre en EE.UU. está prácticamente asegurada, al punto que la exsecretaria de Estado no dudó en cantar victoria el martes.
Clinton se autoproclamó ganadora luego de conocer los resultados de Nueva Jersey, el primer estado en cerrar los colegios electorales en el último"supermartes" de las primarias, cuando también se impuso en Nuevo México, Dakota del Sur y California.
Y aún antes de contar esos votos la agencia AP ya había calculado que Clinton se había asegurado los 2.383 delegados necesarios para derrotar al senador Bernie Sanders durante la convención en la que se ungirá al candidato demócrata.
Pero Sanders ya advirtió que seguirá en campaña.
"Vamos a pelear duro para ganar la primaria de Washington D.C.", dijo el senador el martes, cuando logró imponerse a Clinton en los estados de Dakota del Norte y Montana.
"Soy bastante bueno en aritmética. Sé que la batalla que tenemos por delante es muy, muy difícil, pero vamos a seguir luchando por cada voto y cada delegado", prometió el candidato.
Delegados y superdelegados
La primaria de Washington DC, que se celebrará el 14 de junio, es la última de la contienda y solamente están en juego 46 delegados.
Pero la campaña de Sanders también se ha dicho dispuesta a competir por los llamados "superdelegados", como se conoce a los 719 votantes de la convención que no son electos por voto popular, a los que una consulta de la agencia de noticias Associated Press (AP) ha ubicado mayoritariamente en el campo de Clinton.
"Los superdelegados no votan hasta el 25 de julio y de aquí a esa fecha pueden cambiar de opinión", dijo el vocero de la campaña, Michael Briggs, a través un comunicado.
"Nuestro trabajo de aquí hasta el final de la convención es convencer a esos superdelegados de que Bernie es, por mucho, el mejor candidato contra Donald Trump", agregó Briggs.
Aunque la insistencia de Sanders en no abandonar la contienda no parece responder únicamente por cálculos electorales.
"Llevaremos nuestra lucha por la justicia social, económica, racial y medioambiental hasta (la convención de) Filadelfia", les prometió el martes a sus simpatizantes.
Y ese interés en utilizar las primarias para tratar de forzar la inclusión de ciertos temas en la agenda del Partido Demócrata ha sido una de las constantes de su campaña.
Influencia
A fines de abril, por ejemplo, cuando las victorias de Clinton en otro "supermartes" también parecían haber confirmado que no conseguiría la nominación, Sanders emitió un comunicado en el que tácitamente admitió la derrota, pero expuso susmotivos para continuar hasta el final.
"Las personas de cada estado del país deben tener el derecho a determinar a quién quieren como presidente y cuál debe ser la agenda del Partido Demócrata", dijo en ese momento.
"Es por eso que estaremos en esta carrera hasta que se deposite el último voto. Es por eso que esta campaña irá a la Convención Nacional Demócrata en Filadelfia con la mayor cantidad posible de delegados para luchar por una plataforma progresista", agregó el precandidato.
Y el martes Sanders volvió a insistir en el tema.
"Entendemos que nuestra misión aquí va más allá de derrotar a Donald Trump; es transformar a nuestro país", declaró el senador, quien tiene previsto reunirse el jueves con el presidente Barack Obama.
La plataforma progresista de Sanders
- Un salario mínimo de US$15 la hora
- El final de "nuestras desastrosas políticas comerciales"
- Un seguro de salud para todos
- La ruptura con las instituciones financieras de Wall Street
- El final del fracking en EE.UU.
- Gratuidad de las facultades y universidades públicas
- La aplicación de un impuesto al carbono para que "se pueda abordar de forma efectiva la crisis planetaria del cambio climático".
Según la Casa Blanca, la reunión -solicitada por el propio Sanders- tiene como objetivo hablar acerca de "cómo aprovechar el extraordinario trabajo que ha hecho para movilizar a millones de votantes demócratas y aprovechar ese entusiasmo".
Y el mismo martes Sanders también recordó que uno de los objetivos centrales de su campaña es "no permitir los derechistas republicanos controlen el gobierno".
"Estamos en esto juntos", dijo el senador, en lo que muchos han interpretado como un primer paso para algún tipo de acuerdo con Clinton.
Y la virtual nominada ya empezó a tratar de convencer al senador de que sus preocupaciones serían atendidas por su candidatura.
"No nos equivoquemos, el senador Sanders, su campaña, y el vigoroso debate que hemos sostenido acerca de cómo aumentar los ingresos, reducir la desigualdad, aumentar la movilidad social, han sido muy buenos para el partido Demócrata y para Estados Unidos", dijo Clinton.
"Empecemos a mirar hacia adelante recordando las cosas que nos unen", pidió.
Y el exjefe de estrategia de Obama, David Axelrod, resumió todo así en su cuenta de Twitter:
"Las primarias de hoy ya no tienen que con la nominación. Buscan influir en las conversaciones de paz que seguramente seguirán (a las mismas)".