AFP
La carrera para elegir al próximo presidente de Francia concluye este domingo tras una tensa campaña, rica en sobresaltos y giros inesperados.
El centrista pro europeo, Emmanuel Macron y la líder de extrema derecha, Marine Le Pen disputan el balotaje en un uno de los comicios más imprevisibles de las últimas décadas.
Diez momentos decisivos de la carrera electoral:
Sorpresa en la derecha
La primera sorpresa irrumpe en noviembre pasado cuando el ex primer ministro conservador François Fillon derrota al favorito Alain Juppé en las elecciones internas de la derecha, desmintiendo los pronósticos de las encuestadoras.
Fillon se benefició en la contienda de una imagen entonces limpia de escándalos, que contrastaba con la de Juppé o del expresidente Nicolas Sarkozy, salpicados en el pasado por casos de corrupción.
Hollande arroja la toalla
El presidente François Hollande dedicó su presidencia a intentar reactivar la economía francesa, especialmente a combatir un desempleo vecino al 10%. Fracasó en el intento y su popularidad cayó en picada, mientras Francia se convertía en blanco de ataques yihadistas recurrentes.
El 1º de diciembre pasado anuncia que renuncia a presentarse a un segundo mandato de cinco años.
Fillon se desmorona
A mediados de enero, la pugna por la presidencia se perfila como un duelo entre Le Pen y Fillon.
En aquel entonces, Macron, exministro de Economía de Hollande que había abandonado el gobierno el año pasado para lanzar su propia candidatura independiente y centrista, apenas comenzaba a remontar las encuestas.
El 25 de enero, el semanario satírico Le Canard Enchaine reveló que Fillon había contratado durante años a su esposa Penelope como asistente parlamentaria y asegura que se trataba de un empleo ficticio. El caso llegó hasta la Justicia, que procesó al candidato, sin llegar a pronunciarse antes de las elecciones. Fillon se derrumba en las encuestas y el conservador de 63 años nunca volvió a recuperarse, llegando tercero en la primera vuelta.
Macron entra al ruedo
A principios de febrero, Macron comienza a subir en las encuestas con su programa que aspira a transformar la vida política francesa, superando a Fillon en las intenciones de voto.
El exbanquero de 39 años, inicialmente visto con condescendencia por sus adversarios, termina favorito para convertirse en el presidente más joven de la historia de Francia.
El centrista proeuropeo, bien visto en el ámbito empresarial, comienza a llenar salas en sus actos de campaña a medida que el Partido Socialista pierde simpatizantes y que el electorado francés manifiesta una creciente aspiración a la renovación.
El fenómeno Mélenchon
Respaldado por los comunistas, Jean-Luc Mélenchon, apodado "el Chávez francés" por el diario conservador Le Figaro, también comienza a subir en las encuestas en las semanas previas a la primera vuelta del 23 de abril.
Este hábil orador de 65 años, que se nutre del desprestigio de la clase política tradicional, gana adeptos que llenan sus actos de campaña, realizados a veces de manera simultánea gracias a la utilización de hologramas.
Terminó eliminado en cuarto lugar en la primera vuelta detrás de Fillon, pero su movimiento La Francia Insumisa alcanzó un consistente 19,58% de los votos.
Ataque en los Campos Elíseos
En momentos en que los candidatos participaban en el último debate el 20 de abril antes de la primera vuelta, un islamista armado abrió fuego contra la policía en los Campos Elíseos de París, matando a un policía antes de ser abatido por las fuerzas del orden.
El hecho reintrodujo el tema de la seguridad en la campaña, tras nueve meses sin atentados de envergadura en Francia.
Partidos tradicionales afuera
Macron y Le Pen ganan la primera vuelta, eliminando a los dos principales partidos tradicionales franceses, que quedan fuera de juego por primera vez en los últimos 60 años.
El movimiento conservador Los Republicanos echa en cara a Fillon una derrota que lo deja en tercer lugar. Los socialistas en el poder quedan por su parte sumergidos en una crisis sin precedentes, tras el humillante quinto lugar alcanzado por su candidato Benoit Hamon.
La batalla de Amiens
Al inicio de la campaña por el balotaje, la fábrica de electrodomésticos Whirlpool en Amiens, ciudad natal de Macron en el norte de Francia, se convierte en arena de la campaña.
Le Pen se adelanta a Macron en una visita a los obreros de esta planta que prevé despedirlos para mudarse a Polonia donde los salarios son más bajos.
Macron llega un poco más tarde, abucheado por los empleados, pero los encara y entabla un diálogo con los piqueteros acerca de los pro y los contra de la globalización.
Debate despiadado
Los dos candidatos se enfrentan en un debate despiadado en el que la ultra derechista tacha al exbanquero de "candidato de la élite". Macron replica acusándola de ser heredera de un partido "que se alimentó del miedo y las mentiras".
Pirateo masivo
Faltando apenas unos minutos para el cierre de la campaña oficial, miles de documentos internos del equipo de campaña de Macron son difundidos el viernes en internet y las redes sociales.
Denunciada como una operación "masiva y coordinada" destinada a perjudicarlo electoralmente, la misma es contenida por las autoridades electorales francesas, que advierten que la difusión de los documentos es ilegal.