Este jueves (27.07.2023), las dos Coreas celebran la firma del armisticio que hace 70 años puso fin a un conflicto militar que se cobró la vida de tres millones de personas, además de enfrentar a las potencias estadounidense y china.
Mientras, en Corea del Sur, delegaciones de Estados Unidos y de más de 20 países participarán en la ceremonia conmemorativa, Corea del Norte invitó a miembros de los gobiernos de China y Rusia a un desfile militar para celebrar la presunta victoria de Pyongyang en la Guerra de Corea (1950-1953).
La importancia del armisticio
Para Rah Jong-yil, un antiguo diplomático surcoreano, con el armisticio se ha logrado mantener la estabilidad, lo cual le ha permitido a Corea del Sur instaurar la democracia y alcanzar un considerable desarrollo económico.
"Corea del Norte, por su parte, emergió como una potencia militar, pese a haber sufrido duros retrocesos económicos", agrega, en entrevista con DW.
No obstante, ambos lados se atrincheran en sus respectivas ideologías y no muestran señales de cooperación o comunicación, dice Rah. En opinión de este exagente del servicio de inteligencia, Pyongyang no ganó la guerra, puesto que fracasaron sus planes de crear una Corea unificada bajo su versión del socialismo.
La perspectiva norcoreana
Según fuentes occidentales, no hubo ganadores claros en la Guerra de Corea. Si bien el norte comunista no logró controlar al sur capitalista, Estados Unidos y sus aliados fracasaron en su intento por derrocar al régimen de Kim Il-sung, apoyado por China y la Unión Soviética.
Kim Myong Chol, director ejecutivo del Centro de Paz Coreano-Estadounidense (CFKAP, por sus siglas en inglés), una organización considerada portavoz de los intereses de Pyongyang, compartió su punto de vista sobre la guerra y el armisticio.
"Antes de la Guerra de Corea, Estados Unidos nunca había perdido una guerra, pero después de que los derrotáramos empezaron a perder guerras, como en Vietnam y Afganistán. Le mostramos a otros países que es posible ganarle a EE. UU.", sostiene.
"Ahora tenemos misiles balísticos intercontinentales y armas nucleares. Somos fuertes y EE. UU. sabe que no puede derrotarnos", agrega Myong Chol.
En cuanto a las relaciones con Corea del Sur, asegura que no existe la comunicación diplomática: "No los necesitamos".
Seúl abandona la "política del sol"
Hyobin Lee, politóloga de la Universidad Nacional de Chungnam, señala que, desde la firma del armisticio, ha habido años en que las relaciones entre las dos Coreas mejoraron. No obstante, advierte, actualmente este no es el caso.
La académica explica que el acercamiento es un tema muy complejo, puesto que Corea del Sur, Estados Unidos, China, Rusia y Japón abordan el problema norcoreano desde sus propios intereses. Por ende, "las opciones disponibles para Corea del Sur de decidir unilateralmente son limitadas".
Para Hyobin Lee, hasta ahora, la llamada "política del sol", perseguida por el expresidente Kim Dae-jung desde los años 90 del siglo pasado, ha sido la política de acercamiento más exitosa. Por un lado, Seúl no toleraba las provocaciones armadas de Pyongyang, por otro, aseguraba que no intentaría absorber a Corea del Norte, sino que buscaría la cooperación.
Las relaciones bilaterales "se han deteriorado"
Lee hace hincapié en que las relaciones bilaterales se han deteriorado bajo el actual gobierno de Yoon Suk-yeol, que ha adoptado una postura a favor de Estados Unidos y en contra de China.
También el exagente del servicio de inteligencia Rah Jong-yil es pesimista acerca de una posible reducción de las tensiones: "Las políticas sudcoreanas no son estables y el norte ha desarrollado amplias capacidades militares que incluyen armas nucleares".