Los colegios electorales de Venezuela han habilitado sus puertas este domingo para realizar sus elecciones presidenciales en las que el actual mandatario, Nicolás Maduro, se repostula entre críticas de fraude y la negativa de la comunidad internacional a reconocer sus resultados.
Dicha jornada se desarrolla en medio de una crisis económica interna y las presiones de gran cantidad de países que no avalan este proceso.
Las críticas apuntan a las estrategias de Nicolás Maduro para mantenerse en el poder, por ejemplo, el impulso de una "Asamblea constituyente oficialista" que adelantó las elecciones presidenciales y aumentó el aislamiento, sumado a una inflación descontrolada, que han desatado protestas y una escalada represiva en dicho país.
El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con una serie de acciones, tales como sancionar a funcionarios del gobierno de Maduro. Por su parte, el vicepresidente Mike Pence pidió abiertamente que se suspendan los comicios ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) el pasado 7 de mayo.
En cuanto a la reacciones de los países de la región, gobiernos cercanos a EE.UU y que conformaron el llamado Grupo de Lima (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú) también se han sumado a la exigencia de Pence. Incluso, presidentes como Mauricio Macri (Argentina) y Juan Manuel Santos (Colombia) adelantaron que no reconocerán el resultado de las elecciones.
Candidatos a la presidencia
Nicolás Maduro, es el actual presidente de Venezuela, tras ser electo en abril de 2013 luego del fallecimiento del entonces presidente Hugo Chávez. Durante su mandato ha debido enfrentar una crisis que él mismo tildó de 'guerra económica', y que se caracteriza por una inflación descontrolada, el acaparamiento de insumos básicos, el ataque a la moneda nacional, entre otras.
Uno de los ejes fundamentales de su discurso es acabar con "la guerra económica multiforme que ejecutan sectores de la burguesía nacional e internacional para sabotear al país".
Henri Falcón, Avanzada Progresista, es un militar retirado con el grado de Maestro técnico de tercera, político y abogado venezolano. Fue uno de los fundadores del Movimiento Quinta República con el que Hugo Chávez llegó al poder en 1999.
En 2010 rompió con el chavismo y así en 2011 se unió a la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Considerado el principal contendiente de Maduro según sondeos de opinión, ha hecho campaña prometiendo una inmediata dolarización de la economía venezolana.
Javier Bertucci, Esperanza por el Cambio, fue un ex pastor evangélico de la Iglesia Cristiana Maranatha. El candidato fue uno de los primeros en inscribir su candidatura ante el CNE. A pesar de su labor religiosa, ha estado vinculado al mundo empresarial siendo presidente de la compañía "Constructora Bertucci" con el 91% de las acciones.
El pastor se ha posicionado en contra del matrimonio civil igualitario, aunque se dice partidario del aborto solo cuando sea una decisión médica o en casos en que se comprometa la vida de la madre.
Finalmente el último político que aspira a la presidencia es Reinaldo Quijada, Unidad Política Popular 89, fue un exmilitante del chavismo que abandonó esas filas luego del fallecimiento de su líder. En 2008 se sumó a la creación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Sin embargo en 2015 volvió a la política con la fundación del partido Unidad Patriótica Popular 89 (UPP89), con el que aspira ahora a la Presidencia, enfrentando a sus antiguos compañeros. Ha declarado que las actuales medidas económicas del gobierno se caracterizan por "los abusos". Sus propuestas están enmarcadas en el restablecimiento del aparato productivo nacional.
