José Carlos Pérez/Singapur 

Sian tiene 26 años y es graduada en Ciencias Políticas. Trabaja en el Ministerio de Relaciones Exteriores, domina a la perfección el inglés y el chino mandarín y sabe muy bien qué sucede en cada uno de los países de América Latina y cuáles son los sistemas políticos de lugares como Chile, Paraguay o Argentina.

Conversa con propiedad sobre presidentes, hechos históricos o crisis políticas de un continente que queda a más de 10.000 kilómetros de distancia y a casi 2 días de viaje en avión, sin equivocarse en un solo dato. 

Su conocimiento de culturas tan lejanas no deja de sorprender, pero no es la única joven singapurense que muestra ese alto nivel de sabiduría en un determinado campo de conocimiento, gracias a que ha gozado desde su infancia de uno de los sistemas educativos más exitosos y completos del mundo. 

Los resultados de 2016 del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA) aplicado a unos 540.000 estudiantes de 15 años en 72 países son una demostración de ello: Singapur fue número 1 del mundo en las 3 pruebas que se rindieron: Ciencias, Lectura y Matemáticas. 

Según contó a T13 Chee Hong Tat, viceministro de Educación de Singapur, hay 3 claves que explican el éxito de la educación en su país:

1) El pago de buenos salarios a los profesores.

2) Un sistema que se adapta al hecho de que en la educación básica no todos tienen el mismo rendimiento académico y

3) El énfasis en que la universidad no es la única opción en la educación superior. 

De hecho, los profesores son seleccionados entre el 5% que obtuvo mejores resultados entre quienes obtienen grados universitarios. El sueldo promedio inicial de los maestros es de más de US$ 1.800 mensuales y puede superar los US$ 3.000.

Sin embargo, a medida que aumente la capacitación del profesor, este salario puede llegar a los US$ 10.000 mensuales (es decir, más de 6.500.000 de pesos chilenos). 

Los alumnos venden sus propios diseños en el Instituto de Educación Técnica de Singapur. 

El trabajo en equipo y la resolución de problemas reales en materias como Ciencias y Matemáticas son clave en este resultado. 

Un ejemplo de ello es el llamado "Método Singapur", utilizado desde Kinder hasta Sexto Grado en ese país e implementado incluso en algunos establecimientos educaciones chilenos para la enseñanza de Matemáticas. 

La base de este método es razonar en forma lógica para solucionar un problema en vez de aplicar una fórmula aprendida y memorizada. Para ello, es clave la utilización de modelos visuales, como objetos concretos o bloques distintivos. 

Además, todos los estudiantes son bilingües: desde su ingreso al colegio no sólo se les enseña en inglés (primera lengua de Singapur) sino también en chino mandarín, malayo o tamil, con el objetivo de mantener la riqueza cultural de las 3 grandes comunidades que viven en Singapur. 

Educación técnica: la clave

Pero, sin duda, una de las claves es la educación técnica, donde llegan casi dos tercios de los estudiantes singapurenses. Y mientras algunos de ellos reciben enseñanza en los politécnicos, otros llegan al Instituto de Educación Técnica (ITE), que ha sido definido como un centro educativo de "creatividad e innovación". 

El ITE, que incluso recibió un premio de la Universidad de Harvard, tiene 4 escuelas: Negocios y Servicios, Diseño. electrónica y Tecnología de Comunicaciones e Ingeniería, impartiendo un total de 54 cursos técnicos.

Allí los alumnos pueden aprender y diseñar objetos que van desde anteojos hasta prendas de vestuario, practicar con aviones reales para ser mecánicos o bien desarrollar programas computacionales para que los ciudadanos comunes aprendan reanimación cardiopulmonar (RCP) para salvar vidas. 

Aviones utilizados para el aprendizaje de alumnos en el Instituto de Educación Técnica de Singapur. 

Sin embargo, existe un problema: los estudiantes del país tienen un alto nivel de stress. Así, por ejemplo, según un estudio revelado por el diario local The Straits Times, mientras el 66% de los estudiantes de los países de la OCDE de 15 años dicen que les preocupa las pobres calificaciones en el colegio, entre los singapurenses esa cifra se eleva a 86%.

Y mientras en Singapur, el 76% se siente muy ansioso antes de una prueba aún cuando se sientan bien preparados, esta cifra baja a 55% en el promedio de los estados de la OCDE.

Consultados por ese medio sobre estos resultados, desde el Ministerio de Educación de Singapur señalan que "es probable que nuestros estudiantes están más ansiosos por hacerlo bien", destacando que un 80% de ellos dijo también que disfrutaba aprendiendo Ciencias. 

De acuerdo con lo expresado a ese diario por Jason Tan, del Instituto Nacional de Educación de Singapur, a ese medio, las autoridades han aplicado ya algunas medidas como cambios en sistemas de calificación escolar. 

El objetivo final: que los alumnos disfruten aprendiendo en el país que, gracias a su fuerte inversión en educación e innovación, dejó atrás la economía de subsistencia de hace 5 décadas y hoy está entre los 5 con mayor ingreso per cápita del mundo. 

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