Una lagartija de Florida, en Estados Unidos, batió todos los récords de estreñimiento registrados en un animal vivo.
El reptil vivía al lado de una pizzería en Cocoa Beach, por lo que solía darse verdaderos banquetes. Sin embargo, en su interior encontraron una bola de excremento que alcanzaba casi el 80% de su masa corporal.
“Cuando la atrapamos, asumimos que estaba lista para poner huevos”, comentó Natalie Claunch, autora principal de la investigación.
“Pero cuando intentamos palpar los huevos, nos pareció que estaba llena de plastilina”, añadió.
La especialista en reptiles acudió a Edward Stanley, del Museo de Florida, para realizar una tomografía del animal. Ahí se descubrió la enorme bola de excremento en su interior y, para mayor sorpresa, ésta había desplazado sus órganos y apenas dejaba espacio para el corazón, los pulmones y el hígado, ya atrofiado.
De acuerdo con la investigación, el bolo pesaba 22 gramos, aproximadamente el 78,5% de la masa corporal total del animal. La relación era seis veces mayor que el anterior récord: una pitón birmana que se había comido tres ciervos de cola blanca.
La lagartija –cuyo nombre científico es Leiocephalus carinatus, conocido también como lagarto de cola rizada– tuvo que ser sacrificada. Claunch considera que el bolo se formó tras la mezcla de insectos, lagartijas de menor tamaño, grasa de pizza y arena que ingería sin darse cuenta con cada bocado. Además, esta enorme bola de excremento no le permitía digerir ni le quedaban nutrientes, por lo que el animal habría muerto de hambre.
La especie proviene de las Bahamas, Islas Caimán y Cuba. En Florida fue introducida a principios de los años 40 para combatir las plagas de la caña de azúcar.
Foto principal: @FloridaMuseum