El Consejo Ejecutivo de la Unesco, compuesto por 58 países, adoptó hoy (13.10.2016) una resolución en la que se niega todo vínculo entre el Monte del Templo de Jerusalén y el judaísmo, limitándose a considerarlo un lugar de culto musulmán, la mezquita de Al Aqsa.
El texto, acogido con mucho desagrado por la delegación israelí en la organización, solo tuvo 6 votos en contra, aunque 26 países se abstuvieron y dos estuvieron ausentes, frente a los 24 que lo respaldaron. En contra votaron Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Holanda, Lituania y Estonia, mientras que países europeos, como Francia o España, se abstuvieron.
Los iniciativa, que pedía condenar a Israel, fue presentada por Palestina con el apoyo de Egipto, Argelia, Marruecos, Líbano, Omán, Catar y Sudán. La resolución desaprueba de forma tajante la actitud de Israel con respecto al acceso al lugar y se refiere a él únicamente como la mezquita de Al Aqsa, calificándolo de lugar único del islam.
"El derecho de nuestro pueblo”
Las autoridades palestinas celebraron la resolución adoptada. En un comunicado, el ministerio palestino de Asuntos Exteriores señala que esa resolución "tiene por objetivo poner fin a las acciones peligrosas e ilegales de Israel contra los lugares sagrados" de la ciudad. "Palestina continuará defendiendo el derecho de nuestro pueblo a través de todos los medios legales y diplomáticos a su alcance, incluidas organizaciones de la ONU", señala el comunicado palestino.
La nota señala que el Estado Palestino lamenta, no obstante, "que algunos países sucumbieron a la campaña de relaciones públicas e intimidación orquestada por Israel" que aduce, "cambió el foco" de la decisión que, según defiende, se centra en "las acciones ilegales y coloniales de Israel en Jerusalén este ocupada".
"Teatro del absurdo"
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó de "teatro del absurdo" la decisión adoptada y fue más lejos al señalar que "obviamente ninguno de ellos ha leído la Biblia" y aconsejó a los miembros de la Unesco "visitar el Arco de Tito en Roma, donde pueden ver qué llevaron a Roma los romanos tras destruir y saquear el Monte del Templo hace dos milenios". "Uno puede ver grabado en el arco la menorá (el candelabro de siete brazos), símbolo del pueblo judío así como símbolo del Estado judío hoy", apostilló el jefe del Gobierno israelí.
Y en tono irónico añadió que "seguramente la Unesco dirá que el emperador Tito formaba parte de la propaganda sionista". Netanyahu enfatizó que "decir que Israel no tiene relación con el Monte del Templo y el Muro de las Lamentaciones es como decir que China no tiene conexión con la Gran Muralla o Egipto con las pirámides".
Acusó a la organización internacional de "haber perdido con esta absurda decisión cualquier pequeña legitimidad que alguna vez tuvo".
La mezquita
Considerado el tercer sitio más sagrado del islam tras La Meca y Medina, la mezquita fue erigida en el lugar que los judíos consideran como el recinto sobre el que se alzaron los dos templos bíblicos, el de Salomón (destruido por los babilonios en el siglo VI a.C) y el de Herodes, destruido por las legiones romanas en el año 70 d.C. Israel, que controla el lugar desde la Guerra de los seis días de 1967, cuando ocupó la parte oriental de Jerusalén, permite la oración de los musulmanes en el lugar, pero en ocasiones restringe su acceso por motivos de seguridad.