La Comisión Europea desveló en la noche del viernes al sábado un proyecto de etiquetado verde para las centrales nucleares y de gas con el objetivo de facilitar la financiación de instalaciones que contribuyan a luchar contra el cambio climático.

La proposición de texto, debatida desde hace meses y aún provisional, fue enviada por los Estados miembros el 31 de diciembre poco antes de medianoche, señalaron a AFP varias fuentes contactadas.

El documento fija los criterios que permitirán clasificar como "sostenibles" las inversiones en centrales nucleares o de gas para la producción de electricidad, con el objetivo de reorientar las "finanzas verdes" hacia actividades que contribuyen a reducir los gases de efecto invernadero.

Francia, que quiere relanzar su sector nuclear -fuente de electricidad estable y descarbonizada- y países de Europa central como Polonia o República Checa, que deben reemplazar sus centrales de carbón más contaminantes, apoyan el texto.

Esta clasificación permitiría una reducción de los costes de financiación, aspecto fundamental para que los Estados deseen apostar por este tipo de proyectos. 

Los ecologistas se oponen al reconocimiento de las centrales de gas (que emiten CO2) y la energía nuclear, por la producción de residuos radiactivos. 

Unos pocos países comunitarios, con Alemania a la cabeza, incluso han decidido abandonar esta energía definitivamente.

Pero los partidarios del gas como pro-nuclear coinciden en argumentar que las energías renovables (eólica, solar, etc.), ya etiquetadas por la Comisión, sufren de producción intermitente y no permitirán suministrar electricidad a bajo costo en los próximos años. 

Para la construcción de nuevas centrales atómicas, los proyectos deben haber obtenido el permiso de construcción antes de 2045. En cuanto a las obras que permitan extender la vida útil de las centrales existentes, deberán haber sido autorizadas antes de 2040. 

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