Los líderes de Serbia y Kosovo se entrevistaban por videoconferencia este domingo, en un encuentro auspiciado por la Unión Europea, que pide "valentía" para intentar resolver uno de los conflictos territoriales más espinosos de Europa.

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, instó a las dos partes a mostrar "valentía política" para encontrar una salida, y dijo que la falta de una solución estaba frenando el avance económico y ponía en riesgo la estabilidad.

Dos décadas después de la última de las guerras que condujeron a la desintegración de Yugoslavia (1998-1999), Belgrado sigue sin reconocer la independencia proclamada en 2008 por su otrora provincia, Kosovo.

"La ausencia de una solución está obstruyendo el desarrollo de las dos partes", dijo Borrell, que preside las conversaciones junto al representante especial de la UE para el diálogo, Miroslav Lajcak, antes de que empezara la reunión.

Borrell señaló que el objetivo es "recomenzar un trabajo serio e intenso" sobre la normalización de las relaciones entre los dos bandos.

"Estas negociaciones requerirán valentía política de las dos partes, requerirán compromiso y esfuerzo para tratar de encontrar avenencia y pragmatismo", añadió.

El primer ministro kosovar, Avdulá Hoti, y el presidente serbio, Aleksandar Vucic, se reunirán por separado con Borrell y Lajcak antes de la sesión conjunta.

Esta ronda de conversaciones del domingo tiene lugar después del encuentro que mantuvieron el viernes los líderes serbio y kosovar, en presencia del jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, y de la canciller alemana, Angela Merkel.

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