Son los grandes damnificados del escándalo de dopaje que removió los cimientos del atletismo de Rusia y tiene en vilo al resto de los deportes del país, que esperan expectantes saber si podrán participar en los Juegos Olímpicos de Río el próximo 5 de agosto.
La decisión del Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS, por sus siglas en francés) de respaldar la postura de la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) de mantener suspendida a la federación de atletismo de Rusia, confirmó que en Brasil no habrá una delegación oficial de Moscú en las pruebas de pista y campo.
En total serán 68 los atletas que pese a haber logrado las marcas de clasificación necesarias, de no haber dado positivo en la pruebas antidopaje y de haber sido seleccionados por Rusia no podrán luchar por las medallas olímpicas.
La mayoría tampoco lo podrá hacer de manera individual, ya que sus solicitudes para participar bajo una bandera neutral han sido rechazadas o todavía no han recibido respuesta de la IAAF.
"No hay ninguna razón para que nadie sospeche de mí por dopaje, pero yo soy el que no va a ir a las olimpiadas", se lamentó Sergey Shubenkov, campeón mundial de los 110 metros con vallas.
"Puedo mirar a los ojos a mi familia y a mis amigos y decir 'no he consumido drogas'. Puedo incluso mirar a los niños a los ojos y decir 'nunca me he dopado'".
La última vez que no hubo participación rusa en los juegos olímpicos fue en 1984, cuando la entonces Unión Soviética -junto a todo el bloque del este europeo y Cuba- boicotearon las olimpiadas de los Los Ángeles en Estados Unidos.
Frustración
La atleta de más nombre en quedar por fuera de Río 2016 fue la saltadora de pértiga Yelena Isinbayeva, quien a sus 34 años iba a participar en sus últimos Juegos Olímpicos.
Para Sergey Shubekov se trata de un problema mayor por el que están pagando muchos atletas inocentes.
"El por qué está pasando esto es que los organismos deportivos internacionales, como la IAAF y la AMA (Agencia Mundial Antidopaje), están bajo una gran presión por parte de la comunidad deportiva en el mundo".
"Tienen que luchar para rescatar su reputación".
"Pero yo soy el que ha sido castigado, y yo soy un atleta limpio".
El velocista contó en entrevista con la BBC que ha sido sometido a constantes controles durante los últimos cinco años desde que comenzó a participar al máximo nivel.
"Me puede reexaminar en cualquier momento si quieren, pueden venir cualquier día, estoy listo para hacer lo que sea".
Pero sus opciones de estar en Río de Janeiro son prácticamente nulas.
"Traté de competir como neutral, envié mi solicitud a la IAAF, pero fue rechazada".
Shubekov considera que lo que está sucediendo "no es saludable, no es sobre el deporte", mientras Isinbayeva asegura que se trata del "funeral" del atletismo.
Medida contundente
Dos de los principales atletas británicos y favoritos para defender las medallas de oro ganadas hace cuatro años en Londres, Mo Farah y Jessica Ennis-Hill, lamentaron que la suspensión del atletismo ruso también afecte a aquellos atletas que son inocentes.
"Obviamente no es agradable para los atletas rusos limpios, a mi ocurrió el año pasado cuando estuve siendo muy cuestionado (por la relación con su entrenador Alberto Salazar). Lo siento por aquellos que han hecho todo bien, pero al mismo tiempo es su país y es un mismo equipo", dijo Farah.
Para el medallista de oro de los 5.000 y 10.000 metros planos las noticias negativas opacan las positivas que logran los atletas como Usain Bolt o él mismo.
La campeona de pentatlón, Ennis-Hill, tiene una opinión similar.
"Hemos tenido tantas cosas negativas relacionadas con el deporte en los últimos meses. Lo que ha pasado en Rusia es tan profundo que tomará tiempo solucionarlo y no se resolverá con Río 2016".
"Es difícil para aquellos atletas que lo han hecho de la manera correcta y se van a perder unas olimpiadas. Es una situación muy difícil pero algo hay que hacer y es necesaria una medida contundente", le dijo a la BBC la campeona olímpica.
Quien sí podrá estar en Río de Janeiro es la atleta rusa que destapó el escándalo, la corredora Yuliya Stepanova, quien ya participó bajo bandera neutral en el pasado campeonato europeo de atletismo.
Sin embargo la atleta sufrió una lesión en su serie de clasificación de la prueba de 800 metros planos por lo que está en duda su participación en los Juegos Olímpicos de Río 2016.