Una de las hijas de los duques de Cambridge, el Príncipe William y Kate Middleton, fue protagonista en la boda real.
La pequeña Charlotte de tres años, acompañó a la novia hasta el altar, y gracias a su ternura y buen comportamiento se robó la atención de todos los presentes al matrimonio del Príncipe Harry y Meghan Markle.
Acompañada de su madre, la pequeña entró en la capilla de San Jorge, luciendo un vestido blanco diseñado por Givenchy, el mismo que vistió a la novia, una corona de flores y unos zapatos Aquazurra, que tenían escritos sus inciales y la fecha de la boda.
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