La cápsula de suicidio asistido Sarco podría utilizarse por primera vez a finales de este año en Suiza, anunció el miércoles la organización promotora The Last Resort (El último recurso).
El suicidio asistido es legal en Suiza, en condiciones precisas, pero el país europeo se ha visto sacudido por una polémica en torno a un invento que permite a las personas poner fin a su propia vida.
Este dispositivo de aspecto futurista, llamado Sarco, por sarcófago, está diseñado para que las personas puedan quitarse la vida pulsando un botón que libera nitrógeno en el interior de la cápsula.
El director de The Last Resort, Florian Willet, declaró que Sarco ofrecerá "un espacio seguro donde morir pacíficamente" y añadió que esperaba utilizarla él mismo al final de su vida.
"No puedo imaginar una forma más hermosa de respirar aire sin oxígeno hasta caer en un sueño eterno", declaró a la prensa.
La persona que desea morir debe pasar primero una evaluación psiquiátrica. Una vez la petición aprobada, la persona entra en la cápsula, cierra la tapa y tras responder a una serie de preguntas pulsa el botón que provocará su muerte, detalló Nitschke.
Por ahora no se ha decidido la hora, fecha o lugar del primer suicidio, ni quién podría ser el primer usuario.
A la pregunta de si podría ocurrir ser este año, la abogada Fiona Stewart, que forma parte del consejo asesor de The Last Resort, respondió: "Yo diría que sí".
Stewart señaló que el único costo para el usuario sería de 18 francos suizos (20 dólares) por el nitrógeno.
Pero el uso potencial de la cápsula ha planteado una serie de cuestiones legales y éticas en Suiza, reavivando el debate sobre la muerte asistida.