Investigadores franceses del Instituto Pasteur, en París, anunciaron el primero de marzo de 2016 que habían comprobado la relación entre el virus del Zika y una enfermedad del sistema nervioso llamada síndrome de Guillain-Barré.

En 2013 y 2014, los investigadores analizaron un brote del Zika en Tahití, en la Polinesia Francesa. Por un lado, descubrieron que en promedio 2,4 de cada 10.000 infectados con el virus del Zika desarrollan el síndrome de Guillain-Barré. Con ello, la posibilidad de que personas con Zika contraigan esta enfermedad es veinte veces mayor que en el caso de personas sanas.

Los 42 pacientes que contrajeron el síndrome y que fueron identificados durante el brote habían estado infectados previamente con el virus del Zika. En el 93 por ciento de los casos, la enfermedad se había presentado hace menos de tres meses.

 “La relación entre ambas enfermedades es prácticamente tan fuerte como la que hay entre el consumo de tabaco y el cáncer pulmonar”, dijo a la agencia AFP Arnaud Fontanet, director del estudio.

El síndrome puede conducir a la muerte

Incluso bajo óptimas condiciones de tratamiento, normalmente cerca de un cinco por ciento de los pacientes con síndrome de Guillain-Barré muere a causa de ésta enfermedad. En otros casos puede durar semanas o meses hasta que desaparezcan los fuertes síntomas.

El sistema inmunológico del cuerpo ataca el sistema nervioso. Como consecuencia, los pacientes sufren de un desorden sensorial y de parálisis de los músculos de las extremidades. Asimismo, pueden presentarse fuertes problemas respiratorios.

El brote en Tahití fue menos virulento: todos los 42 pacientes sobrevivieron. No obstante, aún después de tres meses más de la mitad seguía internada en el hospital. “En regiones afectadas por el Zika deberíamos pensar en un aumento de las capacidades para proporcionar cuidados intensivos”, dice Fontanet. “Ahora sabemos que un determinado número de pacientes contraerá el síndrome de Guillain-Barré, y de éstos aproximadamente un 30 por ciento deberá ser tratado en la unidad de cuidados intensivos – incluso necesitará respiración artificial”, agrega.

Desde hace tiempo, investigadores sospechan que el virus del Zika además causa microcefalia en recién nacidos, alterando el crecimiento del cráneo y provocando fuertes trastornos del desarrollo cognitivo. Desde octubre de 2015, nacieron casi 600 bebés con esta enfermedad en Brasil; cuatro veces más de lo normal.

La sospecha llevó a la Organización Mundial de la Salud a declarar una emergencia sanitaria global, debido a la rápida expansión del virus del Zika.

Publicidad