No hay ninguna duda de que Melania Trump ha ocupado un lugar protagónico en el primer viaje oficial al extranjero que encabeza Donald Trump como Presidente de Estados Unidos.
La primera dama ha cumplido más que un rol de mera acompañante e incluso a realizado actividades paralelas a la agenda del mandatario y por su cuenta.
Luego de la audiencia con el Papa Francisco, Melania hizo una visita al hospital de niños de Roma, donde compartió con un niño de origen griego con una dolencia cardíaca. El niño llamó especialmente la atención de la primera dama, quien incluso le leyó un libro al menor y fue fotografiada tomándole la mano.
Luego de eso, la primera dama se dirigió a la capilla del hospital, donde le rezó en un pequeño altar a la Virgen María. Con eso, terminó por develar su fe católica.
"Rezaré por cada uno de ellos", dijo Melania en el lugar.
Poco después llegaría la sorpresa.
A las horas de que Melania había dejado el hospital, la familia del niño griego fue informada que había aparecido un donante de corazón.
"Al llegar a Bélgica, me enteré de que un niño y su familia que habían estado esperando un trasplante de corazón, fueron informados de que el hospital había encontrado un donante", dijo Melania en un comunicado.
"Leí un libro y me tomé de las manos con este pequeño especial hace solo unas horas y ahora mi corazón está lleno de alegría por esta noticia", agregó.