"Casi doce años después de haber asumido el cargo de presidente de Bolivia, Evo Morales parece estar decidido a aferrarse al poder".
Así inicia la lapidaria columna publicada en The New York Times a nombre de José Miguel Vivanco y Juan Pappier, director para las Américas de Human Rights Watch y abogado del mismo organismo, respectivamente, criticando los innumerables intentos de Morales por mantenerse en el poder, pese a los límites que establece su Constitución.
Allí los autores enumeran las distintas instancias en las que Morales ha tratado de eludir el límite a las reelecciones en busca de un nuevo mandato. Como la vez que en 2016 convocó a un referendo para eliminar la disposición (y que no resultó) o en 2013 donde recurrieron al Tribunal Constitucional y que terminó por fallar a su favor.
Ahora, Human Rights Watch se refiere al último intento de Morales, donde demandan ante ese mismo tribunal que finalmente se elimine el límite a la reelección.
"En su nueva maniobra, los partidarios de Morales alegan que el límite a la reelección discrimina al actual presidente y viola su derecho humano a participar en política. Para ello, citan una disposición de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que establece que los derechos políticos pueden limitarse 'exclusivamente' según una lista acotada de hipótesis, entre las que no figuran los límites a las reelecciones", escribe Human Rights Watch.
Sin embargo, califican la medida como "un disparate" e "hipócrita".
"Además de descabellado, el nuevo intento de Evo Morales por mantenerse en el poder invocando normas de derechos humanos es hipócrita. El gobierno de Morales siempre ha sostenido con vehemencia que la soberanía está por encima de cualquier principio internacional de derechos humanos. En 2012, por ejemplo, Morales dijo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos era un '“instrumento de dominación' y que estaba considerando abandonarla. Más recientemente, cuando el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, criticó por Twitter la operación de Morales para entronizarse en el poder, el ministro de Justicia de Bolivia, Héctor Arce, lo acusó de 'cometer atropellos contra la soberanía de Bolivia'", agrega.
Finalmente, Human Rights Watch un llamado a los líderes de la región a "reprochar su maniobra energéticamente al menos para restarle legitimidad a su futura presidencia y dejar en claro que no convalidarán las trampas de los políticos que quieran aferrarse al poder".