AFP

La comunidad internacional condenó este viernes la "barbarie" y el "odio ciego" tras una ola de atentados que mató al menos a decenas de personas en Túnez -donde numerosos turistas fueron tiroteados en la playa-, Kuwait y Francia, en pleno mes de Ramadán.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó de "terroristas" y "espantosos" los ataques, y pidió que los responsables sean "presentados ante la justicia".

El presidente francés François Hollande y su homólogo tunecino Beji Caïd Essebsi "expresaron su solidaridad frente al terrorismo y su intención de proseguir e intensificar su cooperación en la lucha contra esta lacra", durante una conversación telefónica el viernes, informó la presidencia francesa.

La Casa Blanca condenó los "odiosos" ataques. "Nuestros pensamientos y oraciones están con las víctimas de estos ataques atroces, sus seres queridos y las personas en estos tres países", rezó el comunicado.

"La barbarie tendrá siempre enfrente a la unión de los demócratas", escribió por su parte el jefe del ejecutivo español, Mariano Rajoy, en su cuenta Twitter.

El mandatario español fue el primero en reaccionar tras el descubrimiento de un hombre decapitado en una instalación industrial cerca de Lyon, en el este de Francia, y el anuncio de los ataques contra turistas en la localidad costera tunecida de Susa, que dejaron al menos 37 muertos.

España elevó a "alto" su nivel de vigilancia ante el riesgo de otros ataques.

Casi simultáneamente, al menos 25 personas morían en Kuwait en un atentado suicida contra una mezquita chiita atribuido al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Brasil calificó todos esos ataques como "criminales perpetrados por extremistas en nombre de ideas incompatibles con las reglas más elementales de convivencia y respeto a los derechos humanos”.

Argentina expresó también su "profunda consternación y su más enérgico repudio”.

'Odio ciego'

Los atentados conmocionaron también a los dirigentes europeos reunidos en Bruselas para una cumbre centrada en la crisis financiera de Grecia.

"Nuestros corazones están con todas las víctimas de estos horribles atentados terroristas", afirmó el primer ministro británico, David Cameron, antes de anunciar una reunión de crisis de su gobierno al respecto. "Debemos combatir (...) esta perversión ideológica por todos los medios", agregó.

Estos ataques "ponen en evidencia los desafíos (...) a los que debemos enfrentarnos", declaró por su parte la canciller alemana Angela Merkel.

"Nuestros pensamientos están con los allegados de las víctimas y esperamos que los heridos puedan recuperarse lo antes posible", afirmó.

En Italia, que elevó la alerta antiterrorista, el primer ministro, Matteo Renzi, expresó por su parte "su gran dolor" tras los ataques en Túnez, país situado en la costa mediterránea justo al sur de Italia. El ataque de Lyon, consideró por otro lado, confirma la existencia de "pequeñas células (...) muy bien organizadas".

"Querría antes que nada sumarme al luto que golpea a Francia y a otros dos países amigos", dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en la clausura de la cumbre.

Aludiendo a Túnez, aseguró lamentar las víctimas en ese país, el que, sin embargo, "había gestionado mejor las consecuencias" de las primaveras árabes que en los últimos años desestabilizaron varios países de la región.  

"Los europeos estamos unidos con nuestros amigos, nuestros hermanos y nuestras hermanas árabes", cómo víctimas y en el combate contra el yihadismo, declaró por su parte la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini. "Es todavía más importante en los próximos días que conservemos esta unidad".

Estamos "unidos contra el odio ciego del terrorismo", había dicho anteriormente el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier.

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