Sigrid Peters es la ex organista de una iglesia del pueblo Herxheim am Berg, en el sur de Alemania, que tienen una historia de más de 1000 años. Cuando supo que una de sus campanas de la iglesia llevaba grabada una esvástica, el nombre de Adolf Hitler y el lema "Todo por la patria", se horrorizó. "No puede ser que un niño sea bautizado bajo el sonido de esta campana" Eso sería como si fuese destinado a ser carne de cañón, dijo la profesora de música jubilada.
Durante décadas parejas se casaron en este bonito pueblo al sonido de esta campana que fue colgada en el año 1934. "Nadie sabía al respecto", dijo Sigrid Peters. Ahora todos saben y la discusión sobre la campana Hitler ocupó los titulares no sólo en Alemania.
¿Peor sonido sin esvástica?
El alcalde Ronald Becker quiere dejar la campana donde está. "Si algo funciona bien, ¿por qué reemplazarlo? Si se intenta rayar la inscripción de la campana se afectaría probablemente el sonido, argumenta el alcalde. Según él, se trata de una campana histórica y el pueblo tiene que enfrentarse a su historia.
Johannes Tuchel, politólogo y director del Monumento y museo a la Resistencia Alemana en Berlín no se muestra convencido del valor histórico de los viejos símbolos nazi: "En mi opinión, esas reliquias no son importantes. Es bien sabido que hubo acercamientos y ajustes entre la iglesia y los nazis. Eso no es nada nuevo y no se necesitan campanas para demostrarlo".
No más cuarteles con nombres nazis
Debates similares se encuentran en toda Alemania. Hay vestigios de la época de Hitler en diversos lugares. Incluso en la famosa catedral de Colonia, patrimonio de la humanidad, se encuentran piedras con esvásticas. Igualmente hay polémicas por nombres de calles o de cuarteles del ejército.
Mientras que la prohibición de los símbolos nazis en relación con la propaganda de la derecha extrema se encuentra firmemente anclada en la Constitución alemana, en el caso de los restos históricos existe una "zona gris". Los artefactos del pasado, como por ejemplo la campana, pueden en algunos casos proporcionar información valiosa para entender la propia historia.
Los jóvenes saben muy poco
El autor y editor Wieland Giebel, responsable de la exposición "Hitler – ¿Cómo pudo ocurrir?", cuenta de preguntas espantosas que escuchó de algunos visitantes. Por ejemplo: "¿Cómo logró Hitler escaparse a Argentina?" (Hitler nunca estuvo en Argentina) o "¿Por qué el Reichstag fue construido al lado del muro de Berlín? (El Reichstag es anterior, el muro se construyó en 1962).
Tanta ignorancia sorprendió a Giebel. Muchos alemanes ya no se interesan por ese capitulo de su historia, sobre todo los jóvenes parecen ignorarlo. Y eso, a pesar de que la época nazi es tratada en las clases de historia y un sinnúmero de documentales. Para Giebel es sumamente importante luchar contra el olvido. "Hay que recordar que estos vestigios nazis son como las manchas oscuras en una historia familiar. Si las tratas de ocultar, saldrán a la luz más tarde y será peor".