El dirigente norcoreano Kim Jong Un despidió a varios altos cargos a quienes acusa de ser responsables de un "grave incidente" relacionado con la pandemia de COVID-19, que por el momento Pyongyang niega que haya llegado a su territorio.
Los funcionarios han "provocado un incidente grave que plantea una enorme crisis para la seguridad de la nación y su pueblo", dijo Kim durante una reunión del politburó, citado por la agencia oficial KCNA.
La agencia no da detalles sobre el número de personas despedidas ni sobre los hechos que se les reprocha, pero Kim las acusa de ser "presas de egoísmo y pasividad".
"La incompetencia y la irresponsabilidad de los altos cargos es un factor significativo que ralentiza la implementación de tareas importantes", agregó el líder norcoreano durante la reunión, según KCNA.
Hasta ahora el régimen norcoreano ha asegurado que la epidemia de COVID-19 no había llegado a su territorio. Muchos expertos lo dudan.
Kim Jong Un, a la cabeza de un país con un sistema sanitario deficiente, decidió cerrar las fronteras en enero de 2020 para evitar la propagación del nuevo coronavirus que surgió en China, un país vecino.
Pyongyang nunca ha informado de casos de COVID-19, ni en los medios oficiales ni a través de las cifras comunicadas a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La información publicada por KCNA "significa que Corea del Norte ha registrado casos", afirmó a la AFP Ahn Chan-il, un desertor norcoreano convertido en investigador del Instituto mundial de estudios norcoreanos, con sede en Seúl.
La agencia oficial informó que, durante una reunión del politburó, Kim reprochó a altos cargos haber actuado con "negligencia" y provocado un incidente "crucial" que ha generado "una gran crisis con graves consecuencias para la seguridad del Estado y la población".
Ningún detalle
Pero no especificó qué había sucedido.
Kim añadió que la "falta de competencia y la irresponsabilidad" de estos altos cargos retrasó la realización de importantes tareas, acusándolos de "autoproteccionismo y pasividad".
Durante una reunión el martes, varios miembros del poderoso politburó del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte y de su presidium han sido despedidos y se ha designado a otros, informa KCNA.
Precisa que algunos funcionarios gubernamentales han sido "transferidos" y otros "nombrados".
Corea del Norte se halla bajo sanciones internacionales debido a su programa nuclear, por lo que está más aislada que nunca. El comercio con China, del que depende mucho, se ha reducido drásticamente y los cooperantes humanitarios se han ido del país.
Kim Jong Un reconoció recientemente que Corea del Norte, un país donde el sector agrícola ya atraviesa dificultades enormes, se enfrenta a una "situación alimentaria tensa".
En abril llamó a "llevar a cabo una nueva 'Marcha Forzada' (...) para ayudar a la población frente a las dificultades".
La "Marcha Forzada" es la expresión utilizada en el Norte para designar la hambruna de la década de 1990 que causó cientos de miles de muertos, después de que Moscú redujera la ayuda como consecuencia del desmembramiento de la Unión Soviética.