AFP
La justicia venezolana pospuso por segunda vez la audiencia de apelación del opositor Leopoldo López ─condenado a casi 14 años de cárcel─, un hecho que la disidencia denunció como una maniobra para dilatar el juicio.
Según el abogado defensor Juan Carlos Gutiérrez, la diligencia prevista para este jueves fue suspendida porque López no pudo ser trasladado desde la prisión militar de Ramo Verde al Palacio de Justicia en Caracas debido a una protesta que bloqueó la vía por donde debía pasar.
"Es una causa no imputable a Leopoldo ni a los defensores, y ello debe traer como consecuencia inexorable su inmediata libertad", dijo Gutiérrez a la prensa a las puertas de los tribunales, hasta donde llegaron decenas de partidarios del dirigente y del oficialismo de izquierda.
El abogado espera que este viernes le notifiquen la nueva fecha para la audiencia, y descartó que pueda celebrarse sin la presencia del político, quien "desea ejercer su derecho a ser oído".
La sesión debió realizarse originalmente el pasado 20 de junio, pero fue cancelada por enfermedad de una de las juezas del tribunal.
Es "una treta" para extender un "juicio eminentemente de carácter político", denunció Henry Ramos Allup, presidente del Parlamento, de mayoría opositora, al enumerar lo que considera una serie de irregularidades que invalidan la sentencia.
Maduro "tiene miedo"
De 45 años, López fue condenado en septiembre de 2015 por cargos de incitación a la violencia en las protestas que buscaban la renuncia del presidente Nicolás Maduro, entre febrero y mayo de 2014, y que dejaron 43 muertos.
Está preso desde febrero de 2014 en el penal militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas, donde según su familia sufrió recientemente el robo de las notas de su defensa por parte de agentes que ingresaron a su celda apuntándole con sus armas.
Junto con Ramos Allup acudieron al Palacio de Justicia Lilian Tintori, esposa de López, y los asesores españoles de la defensa: el exministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón y Javier Cremades.
"Denuncio la persecución, la intimidación de Nicolás Maduro porque tiene miedo", dijo a periodistas Tintori, rodeada de seguidores de Voluntad Popular, el partido fundado por su marido.
En tanto, Ruiz Gallardón planteó que al dirigente se le conceda de inmediato la libertad condicional mientras se surte la apelación.
El ojo de Mercosur
López es la figura emblemática de los opositores venezolanos presos -que Tintori cifró en 123-, entre ellos el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, y el exalcalde de San Cristóbal (oeste) Daniel Ceballos.
Una comisión del Parlasur -órgano legislativo del Mercosur- planeaba visitar el jueves a esos dirigentes (Ledezma y Ceballos con detención domiciliaria), pero aseguró no haber recibido permiso de las autoridades.
"Quien no quiere que se den las visitas es porque tiene algo que ocultar", afirmó el uruguayo Gustavo Penadés, integrante del grupo parlamentario, al vincular el caso de los opositores encarcelados con la negativa de algunos países a queVenezuela asuma la presidencia rotativa del Mercosur.
"Si uno quiere que los beneficios de integrar el Mercosur le lleguen también hay que cumplir las obligaciones", dijo Penadés frente a la corte.
Luego de la cancelación de la audiencia se produjo un cruce de insultos entre opositores y chavistas, que por poco llega a las manos, constataron periodistas de AFP.
"¡Asesinos!", gritaron los oficialistas, a lo que sus adversarios respondieron con el cántico de "este gobierno va a caer".
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) promueve un referendo revocatorio contra Maduro, quien descarta que la consulta pueda celebrarse este año aduciendo que los trámites comenzaron tardíamente.
La MUD busca que el revocatorio se realice este año, pues si Maduro pierde habrá elecciones. Pero si se celebra después del 10 de enero de 2017, el mandatario podrá elegir a su sucesor, aun si sale derrotado.