Hungría y Eslovaquia tendrán que aceptar refugiados en contra de su voluntad, según decretó el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que consideró legal la reubicación de 120.0000 solicitantes de asilo llegados a Grecia e Italia decidida en 2015 por la Unión Europea (UE).
Los jueces de la Unión desestimaron los recursos de esos dos países contra el mecanismo provisional de reubicación obligatoria de solicitantes de asilo acordado por el Consejo de la Unión.
Según el Tribunal, el mecanismo contribuye de forma efectiva y proporcionada a que Grecia e Italia puedan hacer frente a las consecuencias de la crisis migratoria de 2015.
Multas económicas en caso de incumplimiento
Gracias a esta decisión, si Hungría, Eslovaquia o cualquier otro miembro de la UE se niega a recibir refugiados, la Comisión Europea podrá impulsar con una base legal un procedimiento por incumplimiento, que puede desembocar en multas económicas.
En junio la Comisión ya dio los primeros pasos en ese sentido contra Hungría, Polonia y la República Checa.
El 22 de septiembre de 2015, en el punto álgido de la crisis de refugiados, los países de la Unión Europea acordaron la reubicación de 120.000 personas llegadas a Italia y Grecia entre el resto de países del bloque, estableciendo cuotas para ello.
La medida está destinada sobre todo a personas que tenían buenas posibilidades de recibir asilo, sobre todo los procedentes de Siria.