La justicia de Japón procesó por abuso de confianza agravado al empresario franco-libanés-brasileño Carlos Ghosn, expresidente global de Renault-Nissan, según informaron la cadena de TV NHK y la agencia de prensa Jiji.

Se trata del cuarto conjunto de cargos contra el otrora todopoderoso empresario, quien se encuentra en detención provisional.

Ghosn fue detenido por segunda vez el 4 de abril pasado en su domicilio de Tokio, donde residía tras ser liberado bajo fianza.

Desde entonces era interrogado sobre transferencias de dinero de Nissan hacia un distribuidor de vehículos del fabricante hacia Omán.

Sobre un total de 15 millones de dólares entregados a ese intermediario entre fines de 2015 y mediados de 2018, cinco millones fueron destinados a su enriquecimiento personal, indicó la fiscalía.

En un comunicado, Nissan anunció que iba a presentar una demanda judicial "reclamando sanciones de una severidad" correspondiente a "una falta totalmente inaceptable".

Según los expertos, se trata del delito más grave que se la haya imputado hasta el momento, cinco meses después de su detención inicial, el 19 de noviembre en el aeropuerto de Tokio.

Los cinco millones habrían sido transferidos vía una sociedad libanesa a un fondo controlado por su hijo Anthony Ghosn en Estados Unidos,  Shogun Investments LLC, que los habría invertido en 30 empresas diferentes, indicaron fuentes allegada al caso.

Ese dinero habría servido también para la compra de "Schachou" (patrón en japonés), un yate de lujo de un costo de unos 13,2 millones de dólares.

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