Verena, una joven de 16 años, se ha hecho viral en los últimos días debido a la inusual secuela que le ha dejado el contagio por COVID-19 que padeció hace unos meses.
En octubre de 2020, fue diagnosticada por coronavirus y, desde entonces, no ha dejado de toser.
"Desde que me diagnosticaron COVID-19, el 27 de octubre del 2020, empecé a toser y, desde entonces, no he dejado de toser", dijo a Europa Press.
A su vez, la joven confirmó que padece otros síntomas como dolores de cabeza, mareos e inflamación articular.
Sobre su cuadro médico, Verena indicó que "no hay un diagnóstico claro y aún no saben de dónde procede exactamente la tos".
Por lo pronto, la joven se mostró esperanzada de que profesionales de la salud puedan establecer un tratamiento o diagnóstico que le permita retomar con algún grado de normalidad su vida.