En redes sociales se viralizó la historia de Caoimhe Reddy, una joven inglesa de 26 años quien durmió pensando que tenía un resfrío y amaneció con su cara paralizada producto de una enfermedad que los médicos locales todavía no logran identificar. 

Según detallaron los medios locales, la joven pensó que sus síntomas eran producto de un resfrío o por "dormir raro", pero en la mañana siguiente, cuando intentó tomar un café de desayuno, el líquido se le comenzó a escurrir por el rostro. 

Tras esto, la pareja de la joven inglesa le recomendó llamar a la ambulancia, pensando que se encontraba sufriendo un derrame cerebral.

"Mientras esperaba, me senté en la cama y lloré un poco. Pero también pensé que, si he tenido un derrame cerebral, sólo tengo que ir al hospital y tratarlo", aseguró la joven, quien recordó que los momentos fueron "el mayor susto que he tenido en mi vida".

"Lo descarté como si fuera un resfriado, pero es una enfermedad misteriosa que me ha dejado la cara entumecida durante semanas", afirmó la joven. 

Joven mantiene cara paralizada

Tras siete semanas de pruebas y análisis, los médicos todavía no logran determinar qué ha provocado que la joven se mantenga con la cara paralizada. 

"Pudieron determinar que no había sufrido un derrame cerebral mediante resonancias magnéticas y pruebas neurológicas, pero luego dijeron que no estaban realmente seguros de lo que había sucedido y me enviaron a casa con remedios", detalló la joven, quien sorprendió en Inglaterra por la extraña enfermedad que padece. 

La joven de 26 años detalló que ha tenido que ir con los especialistas en seis ocasiones en las últimas siete semanas, pero que los resultados no arrojan problemas para determinar qué le sucede. 

"Pensaron que podría ser un parálisis relacionada con algún tipo de infección, pero toda mi sangre salió clara", afirmó Caoimhe Reddy. 

Además, la joven reveló que los médicos pensaron que sus nervios faciales se encontraban inflamados, por lo que tuvo que tomar antibióticos y antivirales, pero no ha tenido resultado ya que, siete semanas después, la parálisis no ha mejorado. 

 

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