La muerte de Federico Gómez, un joven gay de 28 años, cuya autopsia arrojó que sufrió un ACV, podría dar un giro durante las próximas semanas en la provincia argentina de Misiones, esto luego de que una ONG pidiera a la Justicia investigar si la víctima fue sometida a una “terapia de reconversión”, debido a que la Asociación Religiosa Testigos de Jehová a la cual él pertenecía no aceptaba su orientación sexual.
Según cercanos a Federico, publicó el Clarín, el joven habría padecido presiones y hostigamientos a fin de que asistiera a una “audiencia judicial” en la iglesia para tratar su “conducta descarada”, pues su orientación sexual era contraria a la aceptada por su religión.
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La organización 100% Diversidad y Derechos, a través de Florencia Feldman, pidió al juez de Puerto Rico –en la provincia de Misiones–, Leonardo Manuel Balanda Gómez, investigar el hecho como un posible caso de tortura, tal como lo estableció la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 2015.
Por su parte, a pesar de que la autopsia reveló que su muerte fue por causas naturales, la familia de Federico sospechaba que había sido incitado al suicidio. El joven vivía solo en la ciudad de Puerto Rico y fue encontrado sin vida el pasado 19 de enero, luego de que sus amigos alertaran que no sabían nada de él y tampoco respondía llamados ni mensajes.
Desde la ONG pidieron que en el caso colabore la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres y Personas LGBTIQ+ (UFEM), “para coadyuvar en la instrucción de la causa” que tramita Balanda Gómez.
El joven era miembro de la iglesia Testigos de Jehová, pero unos meses antes había dejado de asistir, lo que generó un enfrentamiento con sus padres, quienes decidieron cortar el vínculo, según detallaron familiares.
“Lo expresado por familiares y amigues de Federico constituyen prácticas que se enmarcan en el fenómeno denominado ‘terapias de reconversión’”, explicó el director ejecutivo de la ONG, Ricardo Vallarino.
Se trata de “intervenciones de diversa índole que se basan en la creencia de que la orientación sexual, la identidad de género y la expresión de género de las personas, pueden y deben cambiarse o reprimirse cuando no se ajustan a las expectativas hetero y cisnormadas”, agregó.
Por su parte, amigos y familiares de Federico buscaron echar algo de luz acerca de las prácticas del grupo religioso “Conseguimos muchos datos, pero la gente no quiere brindar su testimonio por miedo”, dijo Jorge Víctor Ríos, activista de Misiones quien expresó que la muerte de Federico “generó una conmoción” en la población LGBTIQ+ de la provincia, “porque existe la posibilidad de que esté relacionada a su orientación sexual, ya que se dio en el marco de una denuncia de hostigamiento por su orientación sexual por parte de grupos religiosos”.
Una hermana del joven, en tanto, llegó hasta el Juzgado de Instrucción para pedir la devolución del celular de Federico, pensando en la posibilidad de encontrar información valiosa sobre el acoso que sufría por su orientación sexual.