La candidatura de Joe Biden a la reelección presidencial en Estados Unidos pendía de un hilo este sábado, luego de sus infructuosos esfuerzos recientes por hacer olvidar el desastroso debate contra Donald Trump y callar las voces que le piden abandonar la carrera por la Casa Blanca.

Los rumores iniciales de disenso dentro de su Partido Demócrata ahora son llamados directos a que abandone la candidatura por parte de cinco representantes a la Cámara. Además, varios donantes clave han amenazado con cortar la financiación si Biden insiste en mantener el rumbo.

"No creo que el presidente pueda hacer campaña eficazmente y ganar contra Donald Trump", dijo el sábado Angie Craig, la más reciente demócrata de la Cámara de Representantes en romper filas.

El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, programó para este domingo una reunión virtual con altos representantes demócratas para discutir el mejor camino a seguir.

Se conoció que el senador demócrata Mark Warner hizo una convocatoria similar en la Cámara Alta.

Una "mala noche" para Joe Biden

El viernes Biden se obstinó en defender su candidatura a las elecciones en una entrevista con la cadena ABC, en la que sorteó las preguntas sobre su agilidad mental.

La aparición tenía como objetivo pasar página a su desastroso debate con Trump, de 78 años, pero su voz apagada y algunas respuestas con frases incompletas o algo inconexas no parecen que vayan a sacarlo de apuros.

"Nadie está más cualificado que yo" para ganar las elecciones, declaró el presidente demócrata, de 81 años, en un intento por acallar las voces que dentro de su partido le piden que se retire de la carrera electoral.

Biden respondió con evasivas a las insistentes preguntas del periodista George Stephanopoulos sobre sus aptitudes cognitivas.

Cuando le preguntó si estaría dispuesto a someterse a una prueba, el presidente contestó: "Realizo un test cognitivo todos los días (...). No solo estoy haciendo campaña, sino que estoy dirigiendo el mundo".

Durante 22 minutos, atribuyó su mal desempeño en el debate contra Trump, durante el cual se mostró muy confundido y a veces incluso divagó, a una "mala noche" causada por un resfriado y un gran cansancio.

Desde su punto de vista, está "codo con codo" con Trump.

Los republicanos, que llevan años afirmando que el octogenario presidente está senil, reaccionaron inmediatamente.

"Biden está en negación y en decadencia", opinó en la red social X la portavoz de Donald Trump, Karoline Leavitt.

 "Señor todopoderoso" 

Las manos amigas eran menos duras, pero muy críticas.

"El presidente está legítimamente orgulloso de su historial. Pero está peligrosamente desconectado de las preocupaciones que la gente tiene sobre sus capacidades para avanzar y su posición en esta carrera", juzgó en X David Axelrod, antiguo estratega de Barack Obama.

Axelrod sugirió también en una columna de opinión publicada el sábado en CNN que Biden está entre la "negación, el desengaño y la obstinación".

La gobernadora de Massachusetts, la demócrata Maura Healey, le pidió que evaluara su candidatura "cuidadosamente".

El presidente hizo caso omiso de estos llamados.

"Si el Señor Todopoderoso bajara y dijera 'Joe, retírate de la carrera', yo me retiraría de la carrera, pero no va a bajar", dijo.

¿Demasiado viejo?

"Déjenme decir esto tan claramente como pueda: sigo en la carrera. Derrotaré a Donald Trump" en las elecciones de noviembre, insistió. "¿Creen que soy demasiado viejo para vencer a Donald Trump?", preguntó, a lo que el público respondió con un rotundo "¡No!".

Su equipo de campaña redobla esfuerzos. El viernes publicó un intenso plan de batalla para julio, que incluye un bombardeo de anuncios televisivos y visitas a todos los estados clave, especialmente en el suroeste del país durante la convención republicana, del 15 al 18 de julio.

Este domingo tendrá dos eventos de campaña en Pensilvania.

No obstante, la campaña tuvo que apagar otro pequeño incendio el sábado cuando se supo que la Casa Blanca proporcionó las preguntas para las entrevistas que el presidente Biden concedió a dos estaciones de radio el viernes.

La siguiente gran prueba para el mandatario será la próxima semana, cuando sea el anfitrión de una cumbre de líderes de la OTAN. El jueves ofrecerá una rueda de prensa, que será escrutada con lupa.

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