AFP

El emperador Akihito destacó este lunes los "profundos remordimientos" por el pasado guerrero de Japón, al cumplirse 71 años de la rendición incondicional que puso fin a la Segunda Guerra Mundial.

"Al mirar nuestro propio pasado y sintiendo profundos remordimientos, deseo sinceramente que jamás se repitan los estragos de la guerra", dijo el emperador, cuyo padre Hirohito fue el encargado de anunciar la rendición días después de los bombardeos atómicos contra Hiroshima y Nagasaki.

Desde su ascensión al trono en 1989, Akihito ha personificado el Japón pacifista y respetuoso de la Constitución de 1947, impuesta por los vencedores, en la cual el emperador perdió su carácter divino.

Durante su reinado el emperador ha recorrido los países en los que se registraron atrocidades por parte de las tropas imperiales japonesas de ocupación en la Segunda Guerra para compartir su dolor con las poblaciones afectadas.

Y el año pasado, en el 70 aniversario de la rendición japonesa expresó, por primera vez, los "profundos remordimientos" por los sucesos de la Segunda Guerra Mundial.

El mensaje de este año se produjo días después que el soberano diese a entender que desea una modificación del cuadro legal para permitirle abdicar en favor de su hijo Narihito y transferirle sus funciones --solamente honoríficas-- como "símbolo de la nación".

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