La salida del presidente Jair Bolsonaro de su residencia en Brasilia fue precedida este miércoles por la de un imitador que distribuyó bananas a los periodistas, en una alusión al injurioso gesto de manos que el mandatario brasileño dedica en ocasiones a los reporteros.

El encargado de la humorada, que no hizo reír a ningún periodista, fue el cómico Márvio Lúcio, que descendió de un coche de aspecto oficial y con la banda presidencial cruzada en el pecho en la zona reservada al mandatario cuando saluda a sus simpatizantes o responde a preguntas de la prensa.

Imitando los gestos y el tono del presidente conocido como el "Trump Tropical", el actor instó a los periodistas a hacerle preguntas y sacó del coche un racimo de bananas que empezó a distribuir entre los presentes.

La escena fue transmitida en vivo en la cuenta de Bolsonaro en Facebook.

Poco después llegó el Bolsonaro real, riendo, y se sacó fotos junto al actor, que trabaja en TV Record, perteneciente a una poderosa iglesia pentecostal aliada del mandatario ultrarechista.

Los periodistas no la encontraron particularmente divertida y se apartaron del imitador, filmando y fotografiando su representación, refirió el diario Folha de S.Paulo, blanco frecuente de críticas de Bolsonaro.

Márvio Lúcio, comiendo una de las bananas que había traído, se dirigió entonces a partidarios de Bolsonaro congregados en otro lugar de la vasta explanada de la residencia oficial. 

Cuando Bolsonaro llegó, los periodistas trataron de interrogarlo sobre los datos que este miércoles mostraron que la economía brasileña se había ralentizado en 2019, primer año de su gestión.

Pero el presidente se negó a contestar y remitió la pregunta al cómico, que replicó: "¿Qué es el PIB? Paulo Guedes, Paulo Guedes. Es Paulo Guedes, es la economía". Paulo Guedes es el ministro de Economía, de la escuela neoliberal de Chicago.

Bolsonaro suele en ocasiones hacer un gesto despectivo con las manos a periodistas, llamado  corte de mangas, pero que en portugués es conocido como "hacer una banana".

La última vez fue el 15 de febrero, en respuesta a una pregunta sobre un presunto proyecto de construir una oficina para su esposa en la biblioteca de la Presidencia.

"Ustedes solo se preocupan por tonterías", lanzó Bolsonaro en esa ocasión, antes de subir a su coche.

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