Italia conmemora este miércoles el primer aniversario del derrumbe del puente de Génova, que dejó 43 muertos el 14 de agosto de 2018, entre ellos tres chilenos que se movilizaban en un automóvil sobre la estructura al momento del colapso.

El presidente Sergio Mattarella, el ministro de Interior Matteo Salvini (ultraderecha); y su exaliado en el Gobierno, Luigi Di Maio; así como el jefe de Gobierno, Giuseppe Conte, y varios ministros, formarán parte de la conmemoración en Italia.

"Invito a todos los ciudadanos de Génova a participar en la ceremonia en memoria de las víctimas del puente Morandi. Y pido a quienes no puedan participar, que guarden un minuto de silencio, estén donde estén, a las 11:36 am", hora en la que el puente se vino abajo, declaró el alcalde de la ciudad, Marco Bucci. 

Los actos incluyen una misa oficiada por el arzobispo de Génova, el cardenal Angelo Bagnasco; discursos del alcalde, del jefe de Gobierno y de representantes de las familias de las víctimas; un minuto de silencio y el repique de campanas en las iglesias de la ciudad, que sonarán a la vez que las sirenas del puerto. 

La ceremonia tendrá lugar prácticamente debajo de donde se derrumbó la infraestructura, a unas decenas de metros del lugar en el que ya se está construyendo un nuevo puente, que debería estar terminado para la próxima primavera, según los responsables. 

Un nuevo puente 

El nuevo puente será construido por una agrupación de varias empresas italianas a partir de un proyecto de Renzo Piano, el célebre arquitecto genovés. 

Renzo Piano, creador, entre otros, del Centro Pompidou de París, propuso un puente que tendrá "algo de un barco, porque es algo de Génova" y que "será un puente más fino, que tendrá una cierta luminosidad", según sus palabras.

A la espera de este nuevo puente, indispensable para cruzar rápidamente esta ciudad de más de 580.000 habitantes, la batalla judicial sobre el que se derrumbó sigue su curso.

Por un lado, el principal acusado, la empresa Autostrade per l'Italia (ASPI), concesionaria del viaducto y propiedad de la familia Benetton, y por otro, las familias de las víctimas y numerosos responsables políticos (sobre todo del M5E), que consideran que el puente se hundió por su mal mantenimiento y acusan a ASPI de haber privilegiado sus beneficios en detrimento de la seguridad de los usuarios. 

El o los juicios se anuncian complicados: la investigación afecta a 71 personas, incluyendo directivos de empresas del grupo Benetton y responsables de distintas administraciones; más de 100 abogados, 120 expertos judiciales, 75 testigos y toneladas de documentos y de pruebas físicas. 

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