El gobierno local de las Islas Feroe, un territorio autónomo de Dinamarca situado en el Mar del Norte, anunció este jueves que estaba evaluando la regulación de la caza de delfines tras la matanza reciente de más de 1.400 cetáceos que causó conmoción.
"El Gobierno ha decidido poner en marcha una evaluación de la regulación de la captura de los delfines de flancos blancos del Atlántico", dijo el primer ministro Bárdur á Steig Nielsen en un comunicado.
"Aunque estas cacerías se consideren sostenibles, vamos a examinar detenidamente las cacerías de delfines y el papel que deben desempeñar en la sociedad feroesa", añadió.
El "grind" o "grindadrap", una tradición ancestral de las Islas Feroe, consiste en rodear con barcos un banco de mamíferos marinos en una bahía. Luego los pescadores que se quedan en tierra los matan con cuchillos y su carne se destina al consumo.
Los animales suelen ser calderones, también llamados ballenas piloto. Pero el domingo se capturaron de esta forma más de 1.420 delfines de flancos blancos, cuya caza también está autorizada, en un fiordo cercano a Skala, en el centro del archipiélago.
De media, cada año se capturan unos 600 cetáceos en las Islas Feroe.
La oenegé ecologista Sea Shepherd, que lleva años luchando contra el "grind", denunció un "ataque a la naturaleza".
"Si hemos aprendido algo de esta pandemia, es que debemos vivir en armonía con la naturaleza en lugar de destruirla", dijo el director general de la organización, Alex Cornelissen, en un comunicado.