Shana Grice fue asesinada por su ex pareja, Michael Lane, quien la degolló en 2016.
Lane, según indicó la investigación que se abrió, colocó un rastreador en el vehículo de Grice. Robó la llave de su casa, para ingresar a la habitación donde dormía y lograr matarla.
Había sido denunciado por acoso por otras 13 mujeres, cosa que fue tomada en cuenta en la investigación que terminó sentenciándolo a cadena perpetua con un periodo mínimo de 25 años.
Por su parte, Shane Grice, antes de ser asesinada, lo denunció cinco veces ante la policía. Pero fue multada por “hacer perder el tiempo” a los agentes.
Ahora, dichos efectivos policiales de Sussex, Londres, Inglaterra, se enfrentan a procesos de investigación disciplinarios por no haber tratado este caso debidamente.
Según consigna BBC, los padres de la joven de 19 años, Sharon Grice y Richard Green, señalaron que “nuestra hija informó sobre sus preocupaciones a la policía y, en lugar de ser protegida, la trataron como a una delincuente. Pagó con su vida la falta de capacitación, atención y mala actitud de la policía”.
De igual forma, emplazaron a los policías por “tratarla como a una criminal”. A su vez, destacaron que “es justo que la policía haga cambios, pero es muy tarde para Shana”.
Y es que uno de los informes que se abrieron al respecto indicó que el caso no fue investigado adecuadamente cuando se realizaron las denuncias.
En ese sentido, dos oficiales, de los cuales uno estaba retirado, se enfrentarán a audiencias públicas en mayo. De igual manera, un tercer oficial enfrenta un expediente por “mala conducta interna”.
Por su parte, no se tomarán más medidas contra cinco oficiales investigados, mientras que otros seis recibieron asesoramiento en cuanto a la gestión y, además, recibieron más capacitación.