Un medio local pidió al presidente Barack Obama acortar sus vacaciones y visitar el estado. Las inundaciones que azotan Luisiana (EE.UU.) desde el fin de semana ya han dejado al menos 13 muertos y forzado el rescate de unas 30.000 personas, lo que llevó este jueves (18.08.2016) a un diario local a pedir al presidente estadounidense, Barack Obama, que acorte sus vacaciones para visitar el estado.

Las muertes de una anciana y de un hombre cuyo cuerpo fue hallado en un bosque, ambos en la parroquia (condado) de Livinsgton, elevaron a 13 la cifra de fallecidos por las inundaciones, que han provocado daños en unas 40.000 viviendas, según autoridades estatales citadas hoy por el diario de Nueva Orleans Star-Picayune.

Estas víctimas se suman a las confirmadas hasta ahora por el Departamento de Salud de Luisiana, según el cual la zona más afectada fue la de la parroquia de Baton Rouge este, con cinco muertes, mientras que en la parroquia de Tangipahoa se registraron tres, dos en la de St. Helena y la restante en la de Rapides.

Aprueban desembolso de fondos

En tanto, el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Jeh Johnson, visita hoy Luisiana para reunirse con funcionarios locales y estatales y revisar la respuesta a las inundaciones, que están entre las más fuertes registradas nunca en el estado.

El presidente Obama, que está de vacaciones en Martha's Vineyard (Massachusetts), ha aprobado el desembolso de fondos federales para responder al desastre y sus asesores le informan periódicamente sobre las novedades en Luisiana. El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, explicó el último miércoles en rueda de prensa que 8.000 personas seguían en refugios y que otras 30.000 fueron rescatadas.

Tras las inundaciones, grandes extensiones de territorio siguen bajo el agua y unas 40.000 viviendas están anegadas, lo que recuerda al desastre del huracán Katrina en 2005, aunque en ese caso la cifra de muertos fue muy superior, con unos 1.800.

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