El 23 de abril Donald Trump ofreció una conferencia de prensa donde indicó que las inyecciones de desinfectantes podrían ayudar en el combate contra el coronavirus. Palabras que tuvo que salir a aclarar afirmando que eran en un tono irónico luego de ser ampliamente criticado e incluso desmentido por la comunidad científica.
Lamentablemente, los dichos guardarían relación con un drástico aumento en las cifras de intoxicados por químicos de desinfección en Estados Unidos, según la información proporcionada por la Asociación Americana de Centros de Control de Envenenamiento (AAPCC), los cuales fueron publicados por la revista Time.
El documento señala que los pacientes intoxicados por el mal uso de estos productos desinfectantes aumentaron del 1 de enero al 31 de marzo de este año, justo antes de las palabras del mandatario estadounidense, según el Informe de los Centros para el Control y la Prevención y la Enfermedad de EE. UU.
Este fenómeno se habría dado a raíz de la llegada de la pandemia y las recomendaciones sanitarias para evitar propagaciones, como limpiar constantemente las superficies, productos comestibles y teléfonos inteligentes.
Dentro de los que padecieron alguna complicación se especifica que la mayoría de los envenenamientos fueron el resultado de la inhalación de humos, pero también hubo casos de ingestión, típicamente entre niños que tuvieron en sus manos químicos que se dejaron al descubierto.
Así, en enero, febrero y marzo de 2020, las intoxicaciones accidentales con desinfectantes domésticos aumentaron 5%, 17% y 93% respecto a los mismos meses de 2019.
Luego viene el efecto Trump. En el período de ocho días que considera el estudio entre las declaraciones del presidente y el cierre del mes, se produjo un aumento de 121% en comparación al mismo periodo de 2019.
Recién en mayo se vislumbra una normalización de las cifras, que siguen estando un 69% por encima del comienzo de mayo de 2019.