Desde el 2013, la lucha contra la violencia de género está en la agenda conjunta de la UE y los países de América Latina y el Caribe. No obstante, sólo como ejemplo, en Honduras, en el 2014, murieron 5314 mujeres en condiciones violentas, en Colombia fueron 1007. En Argentina muere una mujer cada 31 horas, 15 por día en Brasil y 2000 al año en México.

“Lo peor es la impunidad”, dice a DW Erika González Ramírez, responsable en Bruselas de Grupo Sur, una red europea de organizaciones de la sociedad civil que trabaja en el campo de los derechos humanos en las relaciones UE-América Latina. “Si el responsable de maltratos o asesinatos no es castigado, se envía el mensaje de que esto se puede repetir y puede quedar sin ningún tipo de castigo”, explica González. Ramírez.. Otro ejemplo: el índice de impunidad en México ronda el 95%.

Problema muy complejo

El problema es muy complejo, explican fuentes europeas. En países con alto índice de violencia no se puede detectar muy bien si los actos violentos se deben a la actividad que realizan las personas, a la delincuencia común, a la violencia intrafamiliar.

Según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, a cargo de la CEPAL, los países de la región están realizando grandes esfuerzos en desarrollar indicadores más precisos.

Por ejemplo, en siete países (República Dominicana, El Salvador, Perú, Puerto Rico, Uruguay, Paraguay y Costa Rica) se diferencia si la muerte fue a manos de la pareja o ex pareja. En el Perú, por ejemplo, de 98 

feminicidios 83 fueron a manos de la expareja; en República Dominicana lo fue en 71 de 160. ¿Cambia esto el análisis? En cualquier caso, en el Plan de Acción se hablaba de normalización de protocolos de investigación. ¿Hemos avanzado?

“Aparte de un par de seminarios para intercambiar información, en su momento liderados por Argentina, no hemos detectado actividades específicas para implementar el capítulo”, responde González.

Proyectos pequeños, ¿pequeños pasos?

Con todo, desde la Comisión Europea se valora, por ejemplo, el trabajo que Eurosocial –el programa entre la UE y América Latina para la cohesión social- ha realizado en cuanto a Defensorías Públicas que permiten el acceso gratuito a la justicia a mujeres en Argentina, Chile, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú y Ecuador. También la implementación de centros de atención a víctimas en siete países de la región.

“Es verdad que hasta ahora se ha avanzado poco”, dice a DW Sonia González Fuentes, especialista de Eurosocial. “Por eso, en la nueva etapa, Eurosocial+, a partir de julio, el tema de género será uno de los ejes claves. Hay mucho interés en la Comisión Europea por avanzar en el tema”, añade.Uno de los ámbitos de acción será precisamente mejorar la utilización de indicadores.

No obstante, no eran proyectos de cooperación europea lo que se pretendía. “Desde la sociedad civil querríamos ver un proyecto claro, birregional, con objetivos, presupuestos y responsables por cada uno de los puntos aprobados tanto en Santiago en 2013 como en Bruselas en 2015”, insiste González. Ramírez.

“Eso sí es posible y se ha hecho con el capítulo dedicado al problema de la droga”, añade. Se refiere a COPOLAD (Programa de Cooperación entre América Latina y la Unión Europea en Políticas sobre Drogas).

En cualquier caso, desde la Asamblea Eurolatinoamericana (EuroLat) se anuncia un informe al respecto para su próxima cita en septiembre en Montevideo.

Por otro lado, en República Dominicana, en octubre, se reunirán los cancilleres con representantes de la UE para evaluar los avances en el Plan de Acción, sobre todo de los capítulos más olvidados pero acuciantes, como éste.

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