Un gallo que vive en Saint Pierre d'Oléron, en Francia, fue acusado por sus vecinos de cantar demasiado temprano, por lo que decidieron empezar un juicio que fue recientemente prorrogado para el próximo 4 de julio. 

Todo comenzó el 2015, cuando Corine Fesseau recibió un pequeño pollito, pero lo que ella pensaba que se convertiría en una gallina, resultó ser un gallo.

Al crecer aparecieron los cacareos del joven animal y así, la molestia de los vecinos quienes cansados por sus tempranos cánticos, decidieron iniciar una demanda contra Corine y Maurice, el gallo. 

La mujer vive allí hace 35 años, sin embargo, los vecinos demandantes se instalan en el lugar solo durante sus vacaciones. 

Según Le Monde FR, el juicio que se daría este jueves en el tribunal local de la región de Rochefort, fue finalmente postergado por razones formales de intercambio de documentos para el próximo 4 de julio, lo que según las partes, daría tiempo para intentar una conciliación. 

La propietaria del gallo, declaró que estaba dispuesta a un "diálogo, siempre que no me agredan". Acusa a sus vecinos demandantes de haberle "cerrado la puerta a todo" antes del juicio.

Su abogado, Julien Papineau, confirmó que antes de este jueves "no fue posible ninguna conciliación" con los demandantes.

Corine habilitó su hogar para que el canto de Maurice limitara las molestias, pero su esfuerzo no fue suficiente. 

El abogado de los vecinos, Vincent Huberdeau, afirmó por su parte que sus "clientes escribieron al alcalde de Saint-Pierre-d'Oléron, Christophe Sueur, para encontrar un arreglo amistoso. Buscaron una conciliación. Piden paz y tranquilidad".

Huberdeau también agregó que los demandantes "quieren poder dormir hasta una hora normal y les gustaría que el gallo estuviera encerrado por la noche, ya que usualmente es la luz del día lo que lo hace cantar".

La propietaria explicó que el gallo se siente deprimido, "ya no cacarea. Dicen que canta todo el tiempo, desde la mañana hasta la noche, pero no es verdad", y agregó que "tal vez después de todo este alboroto cantará de nuevo, pero ni siquiera estamos seguros de que lo hará". 

El insólito caso del gallo Maurice, ha provocado distintas reacciones en Francia. De hecho, Bruno Dionis du Séjour, alcalde de otra localidad del suroeste del país, Gajac, pidió al gobierno que declare los sonidos del mundo rural como parte del "patrimonio nacional".

"Es humillante para una persona del mundo rural ser demandada por alguien que viene de fuera. Quienes vienen de la ciudad son bienvenidos en el campo pero que lo respeten como es. ¡No pedimos más que eso! Cuando voy a la ciudad, ¿les pido que retiren los semáforos y los autos?", declaró Séjour.

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