Investigadores australianos revelaron un estudio que indica que las personas que se hayan contagiado por COVID-19 podrían tener una inmunidad de, al menos, ocho meses.

Según publicó Science Immunology, la investigación respaldaría la tesis de que las vacunas funcionarían por largos períodos de tiempo.

El estudio fue liderado por el académico Menno van Zelm, del Departamento de Inmunología y Patología de la Universidad de Monash, en Australia; y en él se manifestó que se habría descubierto que “células específicas, dentro del sistema inmunológico, llamadas células B de memoria, que ‘recuerdan’ la infección por el virus, al ser ‘retadas’ de nuevo, a través de la reexposición del virus, desencadenan una respuesta inmunológica protectora a través de la rápida producción de anticuerpos protectores”.

Para la investigación se investigó la respuesta de las células B de 25 pacientes confirmados como positivos por COVID-19, con muestras obtenidas entre 4 y 242 días después del inicio de los síntomas.

En esa línea, los científicos a cargo de la investigación constataron que los anticuerpos contra el virus comenzaron a disminuir luego de 20 días de haberse infectado.

Sin embargo, las células B de memoria siguieron reconociendo uno de los dos componentes del virus del SARS-CoV-2, las proteínas de la espiga y la nucleocápside. Lo anterior, hasta ocho meses después de la infección.

“Los resultados dan esperanzas sobre la eficacia de cualquier vacuna contra el virus y también explican por qué ha habido tan pocos ejemplos de reinfección genuina entre los millones de personas que han dado positivo por el virus en todo el mundo”, explicaron desde el estudio.

Y agregaron que “estos resultados son importantes porque muestran, definitivamente, que los pacientes infectados con el COVID-19 de hecho conservan inmunidad contra el virus y la enfermedad".

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