Quien se roba la película aquí es el perro de asistencia. Se trata de una bull terrier llamada Belle, que acompañó a su dueña, Amme Tompkins, mientras ésta se encontraba en labor de parto.
Belle, que tiene dos años, se mantuvo en todo momento con su dueña: en la ambulancia, cuidados intensivos y en la sala de parto después de ser cometida a cesárea.
Amee Tompkins contó que tiene autismo y un largo historial de ansiedad. En conversación con BBC expresó que "no había salido de casa durante meses, ni siquiera para ir de compras o al médico".
Hospital permitió a perro de asistencia durante parto
Debido al historial de Amee, una de las matronas sugirió que se le permitiera a Belle ingresar a la sala de parto, después de ver cuán beneficiosos fue su presencia para la perra durante el embarazo.
Sin embargo, antes de permitir que el perro de asistencia ingresara a la sala de parto, Belle fue sometida a una evaluación de riesgos, la que demostró que la mascota podía estar en una sala llena de gente y sobrellevar la reacción de su dueña ante los dolores de parto. “Simplemente lo pasó todo, estaban sorprendidos con ella” declaró Amee.
De igual forma, el equipo de control de infecciones del hospital, implementó medidas de limpieza adicionales y tomaron medidas para resguardar la seguridad de todos en el quirófano.
Cuando Belle detecta que su dueña está estresada o sufre alguna dolencia, se recuesta a su lado para darle apoyo, “ella me dio algo más en lo que concentrarme cuando todo lo demás sucedía a mi alrededor” dijo Tompkins.
Hay que destacar que este perro de asistencia ganó un premio nacional por su labor, con la esperanza de cambiar la precepción negativa que existe respecto a su raza, “Es una perra tan tranquila y encantadora y merece todo el reconocimiento” destacó su dueña.