En 2017 los españoles Ana Parra y Daniel Parra, le comunicaron a su familia que eran oficialmente una pareja y lo hicieron durante un programa de televisión.

"Queremos decirles que además de hermanos, somos pareja, estamos enamorados", dijeron en esa oportunidad. El video de ese momento se encuentra en la web hace tiempo, pero ahora vuelve a ser noticia porque la pareja comenzó una campaña mediática para que la Justicia de España le permita casarse.

Ana, de 34 años y Daniel, de 31, son hermanos por parte de padre. El hombre se separó de la madre de Ana y nunca más la contactó. Luego, formó una pareja con otra mujer y tuvo a Daniel.

Tras 9 años de relación y dos hijos, de cinco y tres años, la pareja volvió a contar su historia para poder casarse porque el Código Civil de su país prohíbe el matrimonio entre parientes directos, pese a que el incesto no está considerado delito desde 1978.

Actualmente, los niños van a un colegio Montessori, donde encuentran todo tipo de familias, por lo que saben cuál es la historia de sus padres. Sin embargo, Ana y Daniel admiten que aún son muy pequeños y no entienden del todo lo que significa.

En relación a la exposición que dan a los menores, Ana explicó que sube fotos de ellos a las redes sociales para que las personas no crean que tienen enfermedades genéticas o para que no los juzguen diciendo que no pensaron en los posibles peligros para los pequeños en un futuro.

La historia de Ana y Daniel

Según lo señalado por Ana al medio El Español, cuando ella tenía 20 años de edad desubrió que su padre, quien la abandonó cuando era bebé, había tenido un hijo fruto de otra relación. Ante este hallazgo, la mujer decidió buscar a su medio hermano en redes sociales.

El contacto se inició a través de Facebook, donde primero se hicieron amigos y comenzaron a sentir atracción, por lo que con el paso del tiempo la relación comenzó a ser más estrecha. Si bien primero se fueron a vivir juntos como amigos para economizar gastos, finalmente en una fiesta, Daniel la besó y desde ese momento iniciaron una relación a escondidas que duró dos años.

"Intentamos mantener esa relación de hermanos, que es lo que marcan los cánones, pero nosotros no lo sentíamos así... No existía ese sentimiento fraternal. Yo conocí a una chica que me decían que era mi hermana y que tenía los mismos gustos que yo y me lo pasaba muy bien con ella, pero no la podría catalogar como a una hermana", expresó Daniel.

Sobre el momento en que se produjo el cambio de amistad a 'algo más', la aludida indicó que "estábamos en una fiesta, nos acercamos lentamente y nos dimos nuestro primer beso", aseguró y agregó que "fue espontáneo, nada premeditado".

Luego del beso, ambos se sintieron con culpa porque sabían que moralmente su relación entraba en los cánones de lo prohibido. La pasaron mal hasta que decidieron dejarse llevar y consiguieron el apoyo de sus amigos.

"La sociedad se rige por unas normas morales y nuestra moral, en el fondo, nos impedía dar ese paso. Y es una tontería ya que, si lo piensas, nuestra relación es como cualquier otra excepto por un libro de familia que dice que somos hermanos de sangre", concluyó Daniel.

 

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