Tras varias semanas en Ucrania, el corresponsal de Canal 13, Jorge Said, se trasladó hasta la ciudad costera de Mariúpol, donde en las últimas horas ha entregado detalles del complejo escenario que vive ese país tras los ataques de Rusia.
En un estremecedor testimonio, el corresponsal relató lo que se vive en el lugar y cómo está tratando de protegerse en un refugio junto a otras familias, mientras los bombardeos continúan en las calles.
En este sentido, comentó que debía hablar bajo, pues no se les permite usar teléfonos móviles. "No puedo hablar muy fuerte porque están prohibidos los teléfonos acá", comenzó diciendo en el despacho Said.
Y luego agregó: "Hay muchísimos niños pero no se los puedo mostrar porque es un poco fuerte, está toda la gente en los pisos de abajo. Hay bombardeos afuera, hay mucho estrés con las personas".
En relación a cómo saldrán de la ciudad, Jorge Said afirmó que por lo pronto no hay una salida inmediata. "Sabemos que no hay trenes para salir de esta ciudad. Mañana yo estaría viendo autos privados pero tampoco vamos a salir a otro lado que esté igual, la idea es que si vamos a estar acá, es intentar tener algún tipo de conexión con el gobernador, saber cómo podemos entender lo que está ocurriendo. Es complicada la situación que estamos viviendo", dijo.
Sobre el ambiente que se vive en el lugar, sostuvo que "hay una sensación de angustia, de que esto se está complicando muchísimo, más de lo que nosotros habíamos pensado".
Finalmente, y en relación a los refugios, comentó que hay algunos muy precarios y también otros que están mucho mejor habilitados.
"Yo siempre pensé que aquí la gente no estaba muy preparada, porque los refugios que yo vi, este es un refugio absolutamente fantástico, limpio, pero los demás están con los clavos salidos, los fierros tirados, son unos refugios abajo de edificios sociales, extremadamente modestos y muy complicados con espacios muy pequeños, uno apenas puede estar de pie, hay colchones tirados".
Y concluyó: "Acá están esperando una invasión de eso se está hablando, nadie sabe muy bien qué va a ocurrir y nosotros también estamos con la misma incertidumbre".