La Iglesia católica en Venezuela consideró este martes "necesaria" la participación "masiva" en las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre y advirtió que el boicot impulsado por el grueso de la oposición, encabezada por Juan Guaidó, "no basta" para provocar cambios políticos.
"A pesar de las irregularidades, la participación masiva del pueblo es necesaria" frente a "los intentos totalitarios y el ventajismo por parte del gobierno" de Nicolás Maduro, indica un comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).
La cúpula eclesiástica criticó la decisión de una treintena de partidos políticos que apoyan a Guaidó, que anunciaron su negativa a participar en votaciones que denuncian como un "fraude", después de que el oficialista Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) designara nuevas autoridades electorales, atribución del Parlamento, único poder controlado por la oposición en el país caribeño.
"Esto no basta, deben asumir la responsabilidad de buscar salidas" a la crisis, remarcó el documento.
"No participar en las elecciones parlamentarias y el llamado a la abstención lleva a la inmovilización, el abandono de la acción política", prosiguió.
Desde la jefatura de la unicameral Asamblea Nacional, Guaidó reclamó la presidencia interina de Venezuela en enero de 2019 con reconocimiento de Estados Unidos y medio centenar de países, luego de que la mayoría opositora de la Cámara declarara "usurpador" a Maduro acusándole de haber sido reelecto fraudulentamente en 2018.
Más temprano, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, abogó por aplazar las legislativas, al considerar que "no se reúnen" las condiciones para "un proceso electoral transparente, inclusivo, libre y justo".
La semana pasada, el principal diplomático de la administración de Donald Trump para asuntos de Venezuela, Elliott Abrams, dijo esperar que los gobiernos que reconocen a Guaidó como presidente encargado sigan haciéndolo incluso si se queda al margen de las legislativas.
Maduro, tal como el fallecido expresidente socialista Hugo Chávez (1999-2013), ha mantenido tensas relaciones con la jerarquía eclesiástica venezolana, a la que acusa de ser "un brazo" de la oposición.