AFP
Nate se debilitó aun más este domingo y pasó de tormenta a depresión tropical, generando daños menos severos de lo previsto en la costa de Estados Unidos, donde provocó algunas inundaciones y hundimiento de barcos y dejó a miles de personas sin electricidad.
Nate había llegado a esas zonas como huracán tras dejar un rastro de muerte y destrucción en Centroamérica.
Se trata del tercer ciclón en afectar la zona en los últimos dos meses, como parte de una temporada de huracanes especialmente activa.
Los daños, sin embargo, fueron menores a los estimados.
Nate "tenía el potencial de causar estragos en Luisiana, pero afortunadamente nos salvamos en gran medida de sufrir daños severos", dijo el gobernador de ese estado John Bel Edwards en un comunicado.
No hubo informes de muertos o heridos en Luisiana.
Nueva Orleans, devastada por el huracán Katrina en 2005, tampoco registró consecuencias graves por el paso del huracán, y el alcalde Mitch Landrieu levantó el toque de queda obligatorio instaurado en la noche.
Habitantes de la ciudad, acostumbrados a lo peor, dijeron estar agradecidos por lo relativamente benigno que resultó Nate.
"Fue bastante suave", dijo una optimista Diana Whiteman, cuya casa en una colina con vistas a la costa de Mississippi fue golpeada por la caída de un árbol.
Más de 100.000 personas se encontraban sin embargo privadas de servicio eléctrico por los efectos de Nate, que antes de ser rebajado a tormenta tropical tocó dos veces tierra en el sur de Estados Unidos: primero en Luisiana en la noche del sábado y horas después en la costa de Mississippi.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) con sede en Miami informó a las 17H00 locales (21H00 GMT) que la tormenta tenía vientos máximos de solo 55 kilómetros por hora en dirección norte-noreste, a una velocidad de 37 km/h aproximadamente.
Lo peor quedó atrás
Mensajes en las redes sociales mostraban algunas inundaciones y daños relativamente leves.
En Biloxi, Mississippi, el vocero de la policía, Chris Deback, dijo que a pesar de que en algunas imágenes posteadas en Twitter se veía casas y garages inundados, no se habían reportado "daños estructurales".
En la ciudad funciona una cadena de casinos a lo largo de la costa y varios resultaron inundados, pero Deback dijo que están diseñados para soportar agua en la planta baja durante grandes tormentas.
Las autoridades advirtieron no obstante sobre la posibilidad de nuevos tornados.
Algunas zonas sufrieron inundaciones de unos 2,5 metros y se esperaba que la tormenta produjera hasta 25,4 centímetros de lluvia, según el NHC.
En Alabama, el alcalde de Dauphin Island, Jeff Collier, dijo que aparentemente la gran mayoría de los residentes decidieron pasar la tormenta en casa.
"Tuvimos algunas casas inundadas, numerosos vehículos también, cosas de esa naturaleza (...) pero no creemos que hayamos tenido ningún tipo de heridos", dijo a CNN.
"Afortunadamente, puedo decir que en la última hora creo que ya dejamos lo peor atrás", añadió.
El presidente Donald Trump liberó fondos para asistir a los damnificados en Alabama, Luisiana y Mississippi.
A su paso por Centroamérica, Nate dejó una estela mortal: al menos 16 personas fallecieron en Nicaragua, 10 en Costa Rica, tres en Honduras y dos en El Salvador.
En la región, aún se contabilizaban daños, se intentaba ubicar a personas desaparecidas y restablecer contacto con comunidades aisladas tras la caída de puentes y la inundación de caminos.
Preparación más simple
En las zonas de Estados Unidos en que se preveía que Nate atacara, mientras la tormenta se acercaba fueron dispuestos refugios para personas evacuadas de áreas con riesgo de inundaciones y las autoridades llamaron a los residentes a almacenar comida y agua para varios días.
Según las autoridades, los otros potentes huracanes que azotaron recientemente la región ayudaron a que la preparación para Nate fuera más simple porque tanto los oficiales como la población ya estaban preparados.
Nueva Orleans ha mejorado sus sistemas de contención tras el devastador Katrina, pero los responsables gubernamentales advierten que ello no ha eliminado el riesgo de inundaciones.
Residentes de distintas ciudades interrogados este domingo respecto a los daños sufridos confirmaron que habían sido leves.
Biloxi es una escapada habitual de fin de semana para Connie Davidson.
Este domingo, esta mujer de 42 años fotografió con su smartphone algunos daños causados por el huracán. En una marina ubicada detrás del Golden Nugget Casino, un velero se había hundido, dejando sólo visible su mástil.
"Tendrán esto limpio en cualquier momento" y "nunca se sabrá que algo sucedió", dijo.