Después de reunirse con Maduro, el presidente Lula "insinuó" que la democracia está prosperando en Venezuela y calificó el debilitamiento de las instituciones democráticas del país como una "construcción narrativa", según un comunicado de HRW. Maduro llegó a Brasil en la noche del domingo para participar en la cumbre de mandatarios suramericanos convocada por Lula y que tuvo lugar el martes en Brasilia.
El presidente venezolano fue el primero en llegar al gigante suramericano para la cita y fue recibido con todos los honores por el líder progresista. "Como alguien que enfrentó los recientes intentos para derrocar la democracia en Brasil, fue frustrante verlo adulando a un gobernante tan autoritario", señala la ONG.
En la nota, HRW afirmó que "no es un secreto" que Maduro "tomó el control del Poder Legislativo en Venezuela" y que puso bajo su mando al Judicial, tampoco que las elecciones en las que ha participado no han sido transparentes, que disparó la desnutrición en el país y que hizo que colapsara el sistema de salud.
"Human Rights Watch y organizaciones venezolanas han documentado represión contra manifestantes, tortura de detenidos y procesamiento penal de civiles en tribunales militares. El fiscal de la Corte Penal Internacional incluso abrió una investigación por estos crímenes. Es probable que el presidente Lula esté al tanto de todo esto", enfatizó la ONG.
El régimen de Venezuela "desató una de las más grandes crisis migratorias del mundo"
HRW también recordó que el Gobierno de Maduro ha desatado "una de las más grandes" crisis migratorias del mundo en la que más de 7,2 millones de venezolanos han huido hacia otras naciones, la mayoría de ellos hacia países latinoamericanos, incluido Brasil.
"El presidente Lula debe aprovechar todas las oportunidades para restaurar el liderazgo que sus comentarios imprudentes han socavado y cumplir su promesa de ser un líder en la defensa y promoción de los derechos humanos en todo el mundo", puntualizó.
La fuerte crítica de la organización defensora de derechos humanos se une a las efectuadas por el izquierdista Gabriel Boric, presidente de Chile, y por el derechista Luis Lacalle Pou, mandatario de Uruguay, que públicamente refutaron que la situación de derechos humanos en Venezuela es una "construcción narrativa".
"No es una construcción narrativa, es una realidad, es grave y yo tuve la oportunidad de ver, vi el horror de los venezolanos", dijo Boric ante la prensa.